¿Cómo imaginan un mundo feliz? Aldous Huxley responde…
¿Cómo se imaginan un mundo feliz? ¿Qué debería tener ese mundo que se augura como el único camino posible a la felicidad?
Aldous Huxley nació en Inglaterra durante el verano de 1894, en el seno de una familia conocida por sus actividades en el campo intelectual. Aldous, en su caso, se dedicó a la literatura y fue consagrado por su producción principalmente narrativa. En 1932 escribió la novela que más renombre le granjearía: Un mundo feliz.
Un edificio gris, achaparrado, de sólo treinta y cuatro plantas. Encima de la entrada principal las palabras: Centro de Incubación y Condicionamiento de la Central de Londres, y, en un escudo, la divisa del Estado Mundial: Comunidad, Identidad, Estabilidad.
La enorme sala de la planta baja se hallaba orientada hacia el Norte. Fría a pesar del verano que reinaba en el exterior y del calor tropical de la sala, una luz cruda y pálida brillaba a través de las ventanas buscando ávidamente alguna figura yacente amortajada, alguna pálida forma de académica carne de gallina, sin encontrar más que el cristal, el níquel y la brillante porcelana de un laboratorio. La invernada respondía a la invernada. Las batas de los trabajadores eran blancas, y éstos llevaban las manos embutidas en guantes de goma de un color pálido, como de cadáver. La luz era helada, muerta, fantasmal. Sólo de los amarillos tambores de los microscopios lograba arrancar cierta calidad de vida, deslizándose a lo largo de los tubos y formando una dilatada procesión de trazos luminosos que seguían la larga perspectiva de las mesas de trabajo. —Y ésta —dijo el director, abriendo la puerta— es la Sala de Fecundación.
Sí, la felicidad total es alcanzable, pero ¿a qué costo? Esa es la premisa que plantea Huxley, la cual va desarrollando a lo largo de su novela, hasta demostrarnos que las utopías muchas veces están corrompidas desde su origen.
¿Creen en alcanzar la felicidad? Quizá si visitan Un mundo feliz puedan responderse a esa pregunta.
Aldous Huxley. Un mundo feliz, DEBOLSILLO, 2016, 256 pp.
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MasCultura 05-mar-16