Mi padre se había largado por cigarros como tantos padres en este país: Alma Delia Murillo

Mi padre se había largado por cigarros como tantos padres en este país: Alma Delia Murillo

Por Irma Gallo

16 de junio de 2022

El Foro Expresarte de Librería Gandhi Mauricio Achar estaba abarrotado, a pesar de ser miércoles por la tarde. Con la compañía y palabras de introducción de Gabriela Warkentin, Alma Delia Murillo presentó su más reciente y personal novela, La cabeza de mi padre (Alfaguara, 2022), la narración en primera persona de una mujer que, junto con su madre y hermanos, se aventura a la búsqueda del padre que la abandonó.

En un diálogo relajado, Warkentin comenzó por preguntarle a Alma Delia Murillo cómo se atrevió a abrirse. “Escribí esta historia un poco sin pensarlo demasiado porque si lo pienso no lo hago, como los que tienen hijos”, bromeó la escritora. “En 2016 un día dije “yo creo que mi papá se va a morir”; se había largado por cigarros como tantos padres en este país. Les dije a mis maravillosos hermanos “vamos”, dijeron “bueno, va”, vino mi mamá y ahí vamos; todo lo que cuento en la novela que finalmente sucedió. Pero yo no sabía, cuando fui a ese viaje, que iba a buscar algo para escribir después”, continuó.

“Luego me sucedió, a finales de 2020, que justo en este contexto de pandemia, con muchos amigos y amigas que perdieron a sus padres por el COVID, como que había una cierta resonancia en quiénes somos nosotros, generacionalmente, y qué pasa cuando nuestros padres mueren; hayan estado presentes, ausentes, hayas tenido la relación que hayas tenido, algo se mueve. En algún momento lo dije, como una especie de organigrama. Como que se van los jefes y ahora los jefes somos nosotros”.

Alma Delia Murillo comentó que por unos segundos llegó a pensar en inventar un personaje ficticio “que se llame Juana Preciado”, bromeó, pero pronto se dio cuenta de que le resultaba incómodo narrar lo que ella misma había vivido a través de un personaje de ficción. Así que al final se aventó “como el borras, porque kamikaze”.

Gabriela Warkentin destacó cómo la autora intercala, a la narración de este viaje, otros episodios de su vida, además de la gran presencia que tiene la Ciudad de México, no sólo en esta novela, sino en su obra en general.

Con un poema de Efraín Huerta dedicado a la ciudad, la autora comenzó a responder; dijo que su familia vino de Michoacán y luego del Estado de México “buscándola como la tierra prometida”, y después afirmó que por eso sabe que “la historia de mi familia es la historia de muchos de ustedes”. 

“Esta ciudad es profundamente literaria, como París o Nueva York, y que nadie nos diga lo contrario”.

Al final de la presentación Gabriela Warkentin dio un espacio a preguntas y respuestas, y el público asistente, emocionado, aprovechó para plantear algunas interrogantes a la escritora.