
No sólo es cosa de tipos: mujeres en la tipografía

Carina Vallejo
La tipografía es una herramienta fundamental en la comunicación visual que, además de facilitar la legibilidad y comprensión del texto, influye en la percepción y emoción del lector. Sin embargo, al contar su historia, se ha destacado más a los hombres, a pesar de que en el diseño y perfeccionamiento de algunos tipos de letras icónicos (como Arial, Lucida, Montserrat o Times News Roman) las mujeres también han participado.
Proyectos de investigación como Women in Type buscan recuperar el trabajo femenino, mediante el estudio de los roles y las responsabilidades que ellas tuvieron entre 1910 y 1990 en la Monotype Corporation y Linotype Limited. En dichas empresas británicas, las mujeres formaron parte de departamentos conocidos como “estudios de dibujo”, “oficinas de dibujo tipográfico” o “departamentos de desarrollo tipográfico”, cuya labor diaria consistía en desarrollar y producir tipografías que, por lo regular, se atribuían a diseñadores varones, aunque se trate de “procesos que involucran múltiples habilidades a menudo llevadas a cabo por numerosas personas”.

Dora Pritchett
Nació en 1879 en Folkestone, Kent. En 1908, a los 22 años, se unió a Monotype. Además de su trabajo como dibujante tipográfica, Dora Pritchett es recordada por su participación en la creación de la famosa fuente Times New Roman. Un ejemplo tangible de su labor es una impresión de una letra de 10 pulgadas para Monotype Times New Roman, fechada y firmada por ella en 1931, conservada en los archivos de Monotype.
Patricia Saunders
Nacida el 7 de junio de 1933, Patricia Saunders contribuyó a la creación de muchas tipografías de Monotype como Castellar, Spectrum y Glint Ornaments, así como a diseños no latinos que se originaron internamente. A inicios de los ochenta, Saunders colaboró en una serie de tipografías producidas por Monotype y que luego adoptó Microsoft como sus fuentes principales: Arial y Corsiva. En 1992, diseñó Columbus, una tipografía digital “con un sabor español” como tributo al explorador Cristóbal Colón.
Dora Laing
Se adentró en la tipografía a los 16 años, cuando se unió a Monotype. Laing trabajó en lo que ahora es, posiblemente, la tipografía más famosa y utilizada en el mundo. Sin embargo, su trabajo y el de sus colegas femeninas en la creación de la fuente Times New Roman se atribuye ahora a dos hombres. Éste es sólo otro ejemplo de mujeres que no reciben crédito por su trabajo, pero ella abrió el camino para más mujeres tipógrafas y diseñadoras.
Para conocer más acerca del trabajo de las mujeres en el mundo tipográfico, visita women-in-type.com

¡Que vivan las tipas!
Anna Rügerin
Ella es considerada la primera mujer tipógrafa que consignó su nombre en el colofón de un libro impreso en la ciudad imperial de Augsburgo, al sur de Alemania, en 1484. Después de que su esposo murió, Rügerin quedó al frente de su imprenta en la que, de acuerdo con algunas fuentes, usó el tipo gótico de Johann Schönsperger.
Lydia Bailey
Durante más de cincuenta años, entre 1808 y 1861, Lydia se encargó de la imprenta que su marido tenía y en la que ella aprendió a componer tipos. La calidad de su trabajo la convirtió en una de las mejores impresoras de Filadelfia; de hecho, de acuerdo con la investigadora Karen Nipps, durante la época de mayor bonanza, en su imprenta trabajaban más de cuarenta personas.
Elizabeth Friedländer
Nació en Berlín en 1903, proveniente de una familia judía. En esa ciudad estudió diseño, caligrafía y tipografía. Gracias a su labor gráfica, la fundición Bauersche Giesserei le encargó que diseñara una tipografía, algo inusual para una mujer en la primera mitad del siglo xx; de esa encomienda germinó el tipo Elizabeth, a la que no pudo ponerle su apellido, como era usual, debido a que era judío y al avance del nazismo en Europa.
Nina Stössinger
Diseñadora independiente con enfoque en tipografía y diseño tipográfico. Le gusta experimentar con el código, las palabras y las nuevas ideas; además, se desempeña como docente y da conferencias a nivel internacional. Sus fuentes tipográficas incluyen FF Ernestine, Sélavy y Nordvest. Fue nombrada crítica de diseño gráfico en Yale en 2016. Sobre su trabajo dice: “Como alguien que crea tipografías, me veo a mí misma como diseñadora, artesana y, a veces, académica”.
