Frida Kahlo. Los sabores de mi México. Mara Romeo Kahlo y Mara de Anda

Frida Kahlo. Los sabores de mi México. Mara Romeo Kahlo y Mara de Anda

Mi tía Frida no cocinaba, pero era muy antojadiza. Las que cocinaban eran mi abuela —su hermana menor—, el resto de las hermanas Kahlo y su madre, una oaxaqueña con un sazón envidiable. A Frida le encantaba merendar, estar en la cocina, entre otros platillos. Le gustaban las quesadillas y las recetas que están en este libro.

Resulta muy difícil saber cuál era el platillo preferido de Frida; sin embargo, las recetas que tenían al maíz como ingrediente eran su debilidad: los tamales, los sopes, las memelas, los chilaquiles, los taquitos y las quesadillas —obviamente, acompañados con salsas deliciosas o con un guacamole espléndido— seguramente le hacían agua la boca.

En Frida Kahlo. Los sabores de mi México (Cangrejo Editores, 2023) recuperamos una buena parte de las recetas de la familia gracias a una serie de personas maravillosas. Leila Cangrejo fue la editora indispensable, se trata de una persona muy querida por la familia, a quien le hemos compartido el archivo de mi abuela Isolda. El proyecto del libro comenzó con las recetas que forman parte de él y, de hecho, hay un recetario espectacular que la abuela le dedicó a Frida.

Si bien es cierto que teníamos las recetas, también lo es que enfrentábamos un problema: habían pasado cerca de cien años desde el momento en que se escribieron. Este asunto no representaba poca cosa: había una que decía “ponerle tres centavos de perejil”. ¿A cuánto perejil de nuestros días equivalen tres centavos de aquel momento? En otras se hablaba de poner el arroz en un paño para quitarle el almidón y, en unas más, se hablaba de desplumar a los pollos. Necesitábamos un chef capaz de aclarar todos estos dilemas. En ese momento entró en acción Mónica Patiño. Ella tiene dos cualidades indispensable: la primera es que le encanta la cocina mexicana y la segunda, que admira mucho a Frida Kahlo.

Mónica volvió a preparar las recetas y fue capaz de recrear todas las maravillas culinarias de la familia Kahlo. Ella, como conocedora e investigadora, logró que pudieran volver a prepararse, pero lo curioso fue que todo esto sucedió de una manera muy natural. Y, además, estaba realmente encantada.

Trabajar con Flavio Bizzarri, el fotógrafo del libro, también resultó maravilloso, porque él entendió a cabalidad nuestra herencia: en la familia Kahlo tenemos muchos fotógrafos. Él enfrentaba un gran reto: tomar las fotografías con mucha delicadeza, con un gran cuidado al mostrar los utensilios o los juguetes que incluimos. Esto sucedió, por ejemplo, con el pimentero que formaba parte de la casa de mi bisabuela. Gracias a Flavio, en el libro podemos mirar y admirar muchos objetos hermosos e históricos que logran mostrar de una manera más humana, más familiar, a Frida.

Luis Martín Lozano escribió el prólogo de Frida Kahlo. Los sabores de mi México y le dio formalidad al libro, al tiempo que volvió a abrazarnos como familia. Él es uno de los mayores historiadores de la vida y la obra de Frida. Luis Martín no sólo nos acompañó en este libro, también estuvo presente en El círculo de los afectos (Cangrejo Editores, 2018). A él le hemos dado acceso a todos nuestros archivos, a las cartas y los papeles de los Kahlo. Luis Martín siempre ha sido muy amable con nosotros y siempre nos ha agradecido el acceso al legado de Frida.

Una de las recetas que más nos gustan son las humildes quesadillas. Esto se debe a que tienen un trasfondo: en casa de mi abuela, todos los sábados dábamos apoyo alimentario a más de quinientas mujeres solteras, se llamaba La Ayuda, algo que poca gente conoce. Cuando terminábamos de repartir las despensas, todas las hermanas Kahlo se sentaban —yo era una niña en ese momento— y nos comíamos unas maravillosas quesadillas con guacamole. Esos recuerdos son muy importantes. El olor de las quesadillas, el aroma de la masa, el sabor de la flor de calabaza… me encantan. Esos recuerdos nos abrazan.

Frida Kahlo. Los sabores de mi México

Las recetas que contiene Frida Kahlo. Los sabores de mi México forman parte de la colección que conformó la pintora a lo largo de su vida; algunas han permanecido inéditas hasta ahora. La chef mexicana Mónica Patiño seleccionó y preparó las recetas con el aporte magistral de su gran trayectoria, para hacer de esta obra, además de un tributo a la memoria de Frida Kahlo, una experiencia de color, sabor e historia. La mayoría de los objetos que conforman la decoración del recetario pertenecieron a Frida y hoy conforman el Archivo Isolda P. Kahlo; estos fueron incluidos en la presentación de los platillos para ser captados por la lente profesional y magnífica del fotógrafo Flavio Bizzarri.

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