The First Lady, tres rebeldes primeras damas de los Estados Unidos
18 de mayo 2022.
Por Irma Gallo
Con la potente voz de Sharon Jones de fondo musical, cantando This Land is Your Land (Esta tierra es tu tierra), escenas que van desde las décadas de los cuarenta hasta los setenta, y que muestran lo mejor y lo peor de los Estados Unidos, comienza la serie The First Lady, exclusiva de Paramount + y producida por Viola Davis, que también interpreta a Michelle Obama.
La serie cuenta también las historias de Betty Ford (Michelle Pfeiffer) y Eleanor Roosevelt (Gillian Anderson). Así que la primera pregunta sería ¿cuál fue el criterio para elegir a estas tres primeras damas y no a otras?
Si no sabemos mucho de historia de los Estados Unidos, podemos confiar en la propuesta de la serie: se trata de tres mujeres que pretendieron ser más que sólo “primeras damas”, un “título” que se gana sin ningún tipo de méritos personales; sólo hay que estar casada con el hombre indicado en el momento preciso.
En The First Lady, como decía, ninguna de las tres mujeres se siente satisfecha con ese papel; Eleanor Roosevelt, en los inicios del siglo XX, casada con su primo en quinto grado, Franklin Delano Roosevelt, encontró un “cuarto propio” en los clubes feministas en los que las mujeres se reunían para reflexionar sobre su recién ganado derecho al voto. La interpretación de Gillian Anderson —que ya nos dio una probadita de sus capacidades histriónicas para interpretar mujeres de los altos círculos de la política con su actuación como Margaret Thatcher en The Crown—, aunque un tanto rígida, no decepciona con esta Eleanor Roosevelt que se crió como aristócrata, en una familia de tradición política —su tío fue el presidente Theodore Roosevelt—, pero que siempre supo cómo hacerse escuchar.
Por su parte, Michelle Pfeiffer interpreta a una rebelde Betty Ford que desafía las convenciones desde el momento en que se divorcia siendo apenas una jovencita en la década de los cuarenta, cuando aquello estaba muy mal visto, y que a lo largo de su vida tendrá que luchar contra su adicción al alcohol y a los calmantes. Pese a esa circunstancia, desde que su segundo esposo, Gerald Ford, llega a la presidencia de los Estados Unidos, ella no permitirá que le digan qué y cómo hacerlo; por ejemplo, cuando acude al funeral de Alberta King, madre de Martin Luther King Jr. Aunque nadie me la ha pedido, desde mi modesta opinión, la de Michelle Pfeiffer es la mejor actuación de las tres.
Finalmente, The First Lady presenta una imagen un tanto romantizada de Michelle Obama, la esposa del primer presidente afroamericano de un país en el que, por desgracia, todavía tienen mucha fuerza los grupos supremacistas blancos. Cuando llega a la Casa Blanca y atiende el tour que le da la primera dama Laura Bush, unos días antes de que el matrimonio y sus dos hijas, Malia y Sasha, lleguen a habitarla, la Michelle Obama de esta serie saluda con respeto y atención a todos los empleados, especialmente a los afroamericanos, que se emocionan casi hasta las lágrimas con la perspectiva de que los próximos habitantes de esa casa sean, por fin, personas de su raza.
Michelle Obama es, sin duda alguna, un personaje de por sí muy atractivo: de orígenes modestos, estudió derecho en Harvard y tenía ya una carrera exitosa antes de que el hombre con el que se casó llegara a la presidencia de su país. Sin embargo, creo que aquí la pasión le gana tanto a la actriz que la interpreta (Viola Davis), como a los guionistas y productores de la serie —como dije, Davis entre ellos—, al punto que parece ser la única de las tres mujeres que no tiene un sólo defecto.
Pero esta es sólo mi opinión; véanla y juzguen ustedes mismos, lectoras y lectores. Lo que sí les garantizo es que no se van a aburrir. La serie consta de 10 episodios, y en México ya están disponibles los primeros cuatro en la plataforma de Paramount +.