Un novelista puede ir más allá de los encabezados, ése el poder de la ficción: Don Winslow
Por Irma Gallo
4 de junio 2022
Después de terminar su llamada “Trilogía El poder del perro” (El poder del perro, El cártel y La frontera), en la que se centraba en los cárteles mexicanos de la droga, el escritor norteamericano Don Winslow regresa a sus orígenes con Ciudad en llamas (Harper Collins, 2022). Inspirado en La Ilíada, La Odisea y las tragedias griegas, esta novela da inicio a una nueva trilogía que comienza en 1986, en el barrio donde nació en Rhode Island, en un ambiente marcado por el declive de la mafia norteamericana y las disputas entre las mafias italiana e irlandesa.
En entrevista con Lee Más Gandhi, Winslow habla de su nueva novela, así como de la responsabilidad de Estados Unidos en la llamada guerra contra el narco y del poder de la literatura para ir más allá de los encabezados de los diarios.
Lee Más: A diferencia de algunas de tus novelas anteriores donde los latinos son los protagonistas, en Ciudad en llamas vuelves a tus orígenes, a una especie de autobiografía o memorias. Tus antepasados son irlandeses, ¿cuánto de lo que cuentas en Ciudad en llamas pertenece a tus recuerdos? ¿En tu barrio, en el barrio en donde creciste también había italianos y mafiosos?
Don Winslow: Sí. El libro se basa un poco en recuerdos, porque sí crecí en esas áreas. Soy inglés e irlandés, técnicamente. Por parte de mi padre todos son de la alta burguesía de Nueva Inglaterra; por mi lado materno soy irlandés. Pero cuando era un niño pequeño vivíamos en barrios mayoritariamente italianos. Así que conozco ambos lados de esto. Y fíjate que no era como si hubiera una gran separación: los irlandeses y los italianos se llevaban como amigos. Es un poco como lo que trata este libro: se convirtieron en amigos y en aliados y entonces algo sucede y lanza el score, pero sí. Es en gran parte un libro de memorias.
Lee Más: La investigación que realizaste para tus novelas de cartel fue dura, agotadora; en el caso de Ciudad en llamas, ¿cómo hiciste esta investigación?
Don Winslow: Salí de la puerta. El libro sucede en la ciudad donde nací, en donde vivo la mitad del año. Mi esposa y yo vivimos ahí la mitad del año y la otra mitad en California. Y estábamos de alguna manera varados ahí, en el estado de Rhode Island, en el noreste, por el COVID. Así que para mí investigar las locaciones de esta novela fue un asunto de salir a caminar o dar un paseo en el carro durante 5 o diez minutos. La playa en la que empieza este libro es una playa en la que estoy todas las tardes; te puedo mostrar exactamente en dónde fue la fiesta con la que comienza este libro, exactamente en dónde sale del agua la mujer. Esos son lugares reales aunque les di nombres de ficción, son muy muy familiares. La investigación fue académica, fue sobre los clásicos, porque el libro es, en muchos sentidos, una reinterpretación de La Ilíada, de Homero. Es el primero de una trilogía, así que algunas partes de esta historia están tomadas de La Eneida, de La Odisea y de las tragedias griegas. Tuve que aprender sobre esos libros, no sólo releerlos, sino que leí muchos artículos académicos acerca de ellos, asistí a conferencias, ese tipo de cosas.
Lee Más: Los hechos criminales que narras en Ciudad en llamas tuvieron lugar en un momento preciso, pero ¿en qué medida nos muestran un pasado que se repite, una mafia que dio lugar a otro tipo de organizaciones criminales? ¿Cómo ves las organizaciones criminales de hoy en día en comparación a aquellas sobre las que escribiste?
Don Winslow: El tiempo en que ocurren la novela y sus dos secuelas es una época en la que la mafia norteamericana comenzó su declive profundo. Hay muchas razones para ello, y quizás esta entrevista es muy breve como para profundizar en esto, pero una persecución federal muy dura de la mafia y todo tipo de factores contribuyeron. Así que es interesante para mí escribir un libro acerca de la sociedad en declive, y también porque como estaba en declive había menos por qué luchar, la gente estaba luchando por cosas más y más pequeñas y de alguna manera esto hizo que la pelea fuera aún más cruel, porque la gente estaba desesperada. El crimen organizado en Norteamérica tradicionalmente ha estado basado en cuestiones étnicas. Pero hay cabos sueltos alrededor de esto. Porque encontramos que estos grupos de inmigrantes que llegan, casi todos persiguen un tipo de vida legal: trabajar duro e intentar tener éxito legítimamente; una minoría muy pequeña elige el camino criminal y eso fue cierto con respecto a la mafia irlandesa, fue cierto con la mafia italiana, más tarde fue cierto con los rusos, esto siempre sucede. Pero quiero señalar que hay criminalidad entre el establishment inicial también. Que si observamos la estructura del poder en Estados Unidos, podemos argumentar que algo de esta es criminal, en el sentido en que las cosas son manipuladas, las inversiones son manipuladas; el gobierno manipula por su propio bien. Así que aunque puedas decir que históricamente está basado en cuestiones étnicas, creo que es un problema más grande que ése.
Lee Más: Y la violencia ha escalado con estos nuevos grupos criminales, ¿no es así?
Don Winslow: Sí, y creo que ése es un fenómeno mundial. Creo que en todos los ámbitos nos hemos acostumbrado más a la violencia; el tipo de reglas que solían aplicarse parecen estar fuera de control. Creo que Norteamérica tiene un problema muy específico con la violencia en términos de las armas, pero creo que la escalada de la violencia es, desafortunadamente, un fenómeno global.
Lee Más: ¿Crees que tienes algún tipo de responsabilidad como escritor con la gente que lee tus libros? Estoy pensando en tus lectores más jóvenes.
Don Winslow: No creo que sea necesariamente la responsabilidad del escritor hacer eso. Creo que es perfectamente legítimo sólo escribir un libro entretenido, y escribirlo bien. Habiendo dicho esto, dados los temas sobre los que he escrito, porque son muy cercanos a la realidad, sí siento una responsabilidad de informar y de mostrarle a la gente estos mundos de un modo en el que quizá nunca los pensaron. Creo que lo que un novelista puede hacer es ir más allá de los encabezados. Así que una cosa es hablar de “inmigración ilegal” en un encabezado, y otra cosa es si puedo llevar al lector en un viaje con un niño de diez años que viene de Centroamérica. Una cosa es tener “la crisis de los opioides” como encabezado y otra cosa es si puedo llevar al lector del lado de una mujer, en sus veinte años de edad, adicta a la heroína. Porque creo que después de eso el lector no puede evitar mirar estas cosas de una manera un poco diferente. Creo que ése es el poder de la ficción: tenemos permitido inventar una vida interior para los personajes; pensamientos y emociones con los cuales se puede identificar el lector.
Lee Más: Durante varios años has mantenido una posición profundamente crítica con respecto a la lucha contra los cárteles de la droga y, por supuesto, también lo has reflejado en algunas de tus novelas. ¿Sigues pensando que la posición del gobierno de Estados Unidos respecto a la lucha contra los cárteles mexicanos es muy similar a la que tuvo respecto a Vietnam? ¿Ha cambiado tu percepción sobre este asunto?
Don Winslow: He escrito sobre los cárteles de la droga durante 23 años, todo un tercio de mi vida. Escucha: una vez que le has llamado “guerra” contra las drogas, ya perdiste. Porque no es un problema militar, no es un problema de fuerzas de la ley, es un problema de salud pública. Hemos estado tan concentrados en el extremo de la producción y el suministro, tratando de prohibir las drogas que vienen de México, intentado atacar los lugares de producción de la droga, que no hemos atacado la raíz del problema, que está del lado de la demanda. Nosotros, en Estados Unidos, nos referimos, y cito, al “problema mexicano de la droga”, y por supuesto no es así, es el problema norteamericano de la droga que ha sido infligido a México, en el sentido de que nosotros lo provocamos y ustedes pagan por ello: con sangre, con caos, con duelo. Estados Unidos envía cerca de 6 billones de dólares al año a México para comprar drogas, lo que hace a estos cárteles enormemente poderosos e influyentes. Así que… Probablemente no me pediste pronunciar un discurso, y lamento si lo estoy haciendo, pero hasta que no ataquemos el problema de la demanda, que es ¿por qué la gente quiere drogas?, ¿por qué la gente necesita matar el dolor?, nunca vamos a resolver este problema. Y mientras lo llamemos una “guerra contra las drogas”, nunca tendremos paz.
No cabe duda que Don Winslow sabe de lo que habla. +