
José el cocinero del mundo, entre los 100 personajes más influyentes del mundo

En un mundo sacudido por desastres, guerras y desigualdades, hay alguien que llega no con discursos, sino con una cuchara en la mano, una olla humeante y un ejército de voluntades dispuesto a alimentar el alma de los que más sufren. Ese alguien es el chef español José Andrés, un hombre que ha transformado la cocina en un acto de amor y resistencia.
Más allá de los restaurantes premiados o los platillos sofisticados, José Andrés ha construido un legado mucho más profundo: dar de comer donde nadie más llega. Su organización World Central Kitchen, fundada en 2010 tras el terremoto que devastó Haití, se ha convertido en un símbolo de acción inmediata y compasiva. Desde entonces, ha llevado millones de platos de comida caliente a víctimas de catástrofes naturales, crisis migratorias y zonas de guerra.
No es casualidad que la revista Time lo haya nombrado como una de las 100 personas más influyentes del mundo en dos ocasiones, en 2012 y 2018. Pero más allá del reconocimiento, su fuerza está en su humanidad, en esa capacidad de transformar un plato de comida en consuelo, en dignidad, en esperanza.
Su historia ha sido retratada con fuerza en el documental We Feed People, dirigido por Ron Howard y disponible en Disney+. En él, vemos al chef moviéndose entre ruinas, cocinas improvisadas, hornos a cielo abierto y montañas de ingredientes, pero siempre con una sonrisa, siempre con la convicción de que “alimentar es el primer acto de justicia”.
También ha sido protagonista de un libro para lectores jóvenes que busca sembrar inspiración: José, Cocinero del mundo, publicado por Ediciones Castillo. Escrito por David Unger, este libro ilustrado relata su vida con ternura y admiración, desde su infancia en Asturias, su llegada a Estados Unidos, hasta convertirse en un héroe silencioso que prefiere cocinar en la emergencia que hablar en los grandes foros.
En una entrevista con el escritor Rodrigo Morlesin, el autor David Unger confesó que lo que más le impresionó de José Andrés fue su entrega total. “No cocina para ser famoso. Cocina porque sabe que la comida cura, reconcilia, salva”, dijo Unger. Ese espíritu es el que impregna cada página del libro: una mezcla de humildad, coraje y fuego.
José, Cocinero del mundo no es solo un retrato biográfico; es un llamado a actuar, a mirar a los demás, a preguntarse cómo podemos ayudar desde lo que sabemos hacer. Y en el caso de José Andrés, eso ha sido cocinar… con todo el corazón.
Porque hay gestos que alimentan más allá del cuerpo. Y José Andrés ha hecho de la cocina una forma de decirle al mundo: “Aquí estoy. No estás solo.“