
Novedades 1 de enero de 2025

Hay un monstruo en el lago, de Laura Fernández. En Debate
Un genial relato de viajes hacia territorios reales y fantásticos. En 1933, un matrimonio escocés dice ver a una enorme criatura emergiendo en la superficie del Lago Ness, y la noticia del avistamiento se convierte en fenómeno mediático y un imbatible reclamo turístico. Casi cien años después, Laura Fernández navega por las verdosas aguas del lago tras las huellas de Nessie o lo que queda de una leyenda que se ha ido cerrando sobre sí misma. Entre plesiosaurios, cazadores de monstruos, reporteros, fake news y un par de delfines soldado, el relato del viaje de la escritora a las Tierras Altas es la crónica y personal reescritura de esta historia popular, pero también, una reflexión al puro estilo Fernández acerca del acto de imaginar, creer y crear realidad, de la delgada línea entre la ficción y lo real, y de lo monstruoso y lo esquivo como llavesque abren las compuertas hacia los muchos mundos que componen un mundo, nos recuerda Nessie, misteriosamente fantástico. La nueva colección Endebate es el hogar de aquellos textos breves que presentan una opinión, defienden una actitud o cuentan una historia, pero son más un aperitivo que un banquete, estimulan la conversación más que saciarla e inician un festín (que no clausuran).Como los mejores bocados, entran por los ojos y dejan un largo poso en el paladar. La crítica ha dicho: Una carta de amor a Nessie y a lo desconocido. Fernández no solo tiene un marcado sentido de la maravilla, sino también una alta capacidad para transmitirlo.
De una batalla perdida, de Svetlana Aleksiévich. En Nórdica Libros
De una batalla perdida es el inolvidable discurso que pronunció Aleksiévich en la entrega del Nobel. Esta edición ilustrada es la mejor manera de descubrir a una de las voces más destacadas de nuestro tiempo. No estoy sola en esta tribuna Me rodean voces, centenares de voces, siempre están conmigo. Desde pequeña. Vivía en un pueblo. A los niños nos gustaba jugar en la calle, pero por las tardes nos atraían, como imanes, los bancos junto a las casas, o jatas, como se dice en nuestra tierra, en las que se reunían las mujeres agotadas. Ninguna de ellas tenía marido, padre o hermanos; no recuerdo que hubiera hombres en el pueblo después de la guerra: durante la Segunda Guerra Mundial, en Bielorrusia, en el frente y en las operaciones de los partisanos, pereció uno de cada cuatro bielorrusos. Nuestro mundo infantil de después de la guerra era un mundo de mujeres.
La maldición del Marqués de Sade, de Joel Warner. En Crítica México
Joel Warner nos relata la trepidante historia de este manuscrito, Los 120 días de Sodoma o la escuela de libertinaje, escrito por Sade durante su estancia en la prisión de la Bastilla. Este aristócrata del siglo XVIII había emprendido una campaña de caos y libertinaje en toda Francia. Tras la toma de la Bastilla, el manuscrito original empezó su aventura: una odisea a lo largo de varios siglos por toda Europa, pasando de coleccionistas de libros prohibidos en el siglo XIX a investigadores sexuales pioneros y artistas de vanguardia antes de ser escondido de la quema de libros nazi y llegar, posteriormente, a manos de Lhéritier.
Repleta de engaños y escándalos, La maldición del marqués de Sade entreteje la odisea arrolladora de una obra que algunos han descrito como el evangelio del mal. Cuando Sade empezó su escritura aquella noche de octubre de 1785 sabía exactamente qué estaba escribiendo, como señalaba en la introducción de la novela: Es ahora, querido lector, cuando tienes que preparar tu corazón y tu espíritu para el relato más impuro que haya sido creado desde que el mundo existe.
Crímenes de Pancho Villa, de Reidezel Mendoza. En Debate
¿Qué significa para una familia, para dos, para un pueblo entero, haber heredado una historia de sufrimiento por bandidaje, por tortura y por asesinato y ver el nombre del verdugo elevado al Muro de Honor del Congreso de la Unión? ¿Qué se siente saber que ese individuo cuyo nombre aparece ahí con letras de oro violó a la madre de uno? ¿Y saber que es quien hace un siglo asesinó a más de ochenta hombres de nuestro pequeño pueblo? ¿O el que quemó en vida a nuestra bisabuela, el que colgó a nuestro abuelo, el que secuestró a nuestra tía de la que no se volvió a saber nada? Pancho Villa no es un héroe. Página tras página, decenas y decenas de testimonios directos recopilados a lo largo de años lo van retratando como el violador serial que fue, el untuoso asesino que eligió ser, el deleitado torturador, el que supo treparse aun tren que destrozó pueblos enteros, pero que a él lo acercaba a la Rotonda de los Hombres Ilustres. Crímenes de Pancho Villa es una respuesta rotunda a la operación de lavado del personaje revolucionario y es el soporte que los descendientes necesitaban para mantenerse firmes ante el golpeteo del mito. El libro de Reidezel Mendoza nos lleva a reflexionar sobre lo mucho que se habría ahorrado México sin el paso de Francisco Villa por su historia.
Cabezas en la ventana, de Mariana Enríquez. En Elefanta Editorial
¿Qué hay en el fondo de nosotrss? ¿Qué hay, a su vez, en lo más profundo de los demás? El terror ilumina esas preguntas, es costura fina, una manera de explorar lugares lejanos, propios y ajenos, y de hablar de las diferencias, que hoy espantan a tanta gente. Sin duda, el terror descoloca nuestros prejuicios sobre la otredad, evoca los fantasmas que nos acompañan, piensa a la sociedad, la naturaleza, en nuestros límites, es una forma de mirar de cerca lo que, quizás, queremos esconder. ¿Qué significa el destape de lo macabro o, mejor dicho, de lo incomprensible? Este libro congrega textos inéditos de las voces más trascendentales (aunque no todas, claro) del terror actual latinoamericano. Una de las mejores dimensiones de la literatura híbrida sin duda reside en él.
Cuchara y memoria, de Benito Taibo. En Planeta México
Experiencias cotidianas que se trasforman en historias memorables; rutinas familiares que, con el tiempo, se convierten en recuerdos atesorados; viajes que marcan el curso de una vida. Benito Taibo explora la profunda conexión que existe entre su historia personal y la comida: desde los miedos de su infancia, las celebraciones en la mesa con los amigos, los libros y las películas que lo han acompañado, hasta los sabores que evocan en él a las personas que ha amado y ya no lo acompañan. Del ajo al kebab, esta primera parte de Cuchara y memoria es un testimonio de su propia existencia, pero también, como explica el mismo autor, una forma de vencer el tiempo y conservar la belleza de la vida.