Román Cortázar tras las huellas de Galeano
Mientras estudiaba en Monterrey, Román Cortázar conoció a personas que habían trabajado en el Teatro Alianza Argentina. Fue en esas conversaciones que se encontró por primera vez con los libros de Eduardo Galeano: textos a los que no les faltaba ni les sobraba una sola palabra. Años después, Román tuvo la oportunidad de conocer a Galeano. Fue el poder de las palabras lo que los conectó. Eduardo Galeano lo citó para caminar y platicar, un momento que sembraría la semilla de Eduardo Galeano: Las orillas del silencio, un libro coeditado por la Universidad Nacional Autónoma de México, Siglo XXI Editores y la Universidad de la República, de Uruguay. Como Román describe, se trata de “un proyecto que tuvo mucha ayuda para caminar”.
El proceso de escribir este libro fue meticuloso, lleno de revisiones constantes, como el mismo Galeano acostumbraba. Hubo momentos en los que Román consideró dejar el proyecto para centrarse en una antología de textos inéditos que ni siquiera el propio Galeano recordaba. Las orillas del silencio empezó como una tesis, pero para Román ya no importa cómo definirlo, porque lo que ha logrado es un retrato íntimo de la formación de Galeano, mostrando una perspectiva más cercana y multidimensional de su vida.Galeano, quien siempre supo estar en el lugar y con las personas correctas, fue uno de los autores más vendidos de su época, sólo detrás de Gabriel García Márquez, a pesar del desdén de la academia y el mundo intelectual. Sin embargo, su obra trascendió estas barreras, demostrando que la literatura no consiste sólo en palabras, sino que el lenguaje que moldea nuestra cultura.
Descubre más sobre el proceso detrás de este libro y las historias que Román Cortázar comparte en la entrevista completa: