El libro más extraordinario

El libro más extraordinario

Toño Malpica | Isidro R. Esquivel

Eder conoció a Luk durante la cosecha.

Luk iba de paseo. Eder, en cambio, vivía en la aldea.

Y aunque Luk era sólo unos cuantos años mayor que Eder, a veces se comportaba como si hubiera vivido cientos de vidas y hubiera conquistado las más altas montañas.

Luk, por ejemplo, siempre parecía estar contento consigo mismo.

Eder y el resto, en cambio, siempre tenían motivo de queja o de disgusto.

Era como si Luk fuese un príncipe encubierto. O alguien a punto de cobrar una cuantiosa herencia. O una persona capaz de volar con sólo desearlo.

Una tarde, Eder declaró su amor a una de las chicas de la aldea y ella lo rechazó.

Luk lo encontró llorando en el cobertizo donde se alojaban los jornaleros, pero él, respetuosamente, se apartó.

Esa actitud hizo sentir a Eder con la confianza de contarle.

Luk habló entonces de sus propios romances fallidos, sin rastro alguno de rencor.

―¿Cómo lo haces? ―le preguntó Eder.

―¿Qué cosa?

―No somos tan distintos, Luk. Tenemos casi la misma edad. Ambos necesitamos el trabajo. Te he visto laborar y no lo haces ni mejor ni peor que yo. Pero tanto si te insultan o te elogian, tanto si te ocurre algo bueno o algo malo, nunca pareces rendirte a tus emociones. 

―Pero ahí están. Río y lloro igual que tú, Eder.

―No. No igual ―insistió Eder. Hay algo en ti que es diferente y causa admiración. Es como si no tuviera miedo nunca.

―Pero sí siento miedo, te lo juro. Igual que tú y que todos.

―O como si supieras qué hacer siempre.

―Pero sí tengo mis dudas, igual que todos.

―O como si fueras libre de volar como un ave.

―Pero tengo los pies tan atados a la tierra como todo el mundo.

―Está bien si no me lo quieres decir, Luk. Pero no es igual. Te lo aseguro.

A pocos días de terminar la cosecha, Luk buscó a Eder, quien acababa de pelear a golpes con otro chico por una discusión sin importancia. 

―Está bien, puede que sí haya una razón ―concedió Luk.

―¿Me la dirás?

―Es gracias a un libro.

―¿Sólo un libro?

―Sí, pero es el libro más extraordinario que te puedas imaginar.

―¿Dónde lo puedo conseguir?

―Ése es el problema… +