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La cultura francesa bajo la lupa de Klossowski

La cultura francesa bajo la lupa de Klossowski

26 de enero de 2022

Carlos Torres Tinajero

Cuadros vivos filosofía y cultura con el objetivo de esbozar un panorama del trabajo analítico, los intereses literarios y los alcances conceptuales del autor. Textos inclasificables, valiosos por representar un testimonio intelectual del siglo (Canta Mares, 2021) es un libro del reconocido escritor francés Pierre Klossowski (1905-2001). Reúne críticas de arte, xx, son la columna vertebral del compendio. A través de ensayos y de concepciones sobre distintas facetas del arte, nos acercamos a la infatigable tarea creativa del novelista y a sus aportes al conocimiento universal, por la manera de entender los temas, el conflicto, las relaciones entre personajes.

El título de esta obra se centra en un tema de particular interés para el autor: el ejercicio plástico de su hermano, el pintor surrealista Balthasar Klossowski (1908-2001), quien fue director de la Academia Francesa en Roma de 1960 a 1977. De acuerdo con la óptica de Pierre Klossowski, el espacio pintado sólo es un simulacro visual del espacio físico. A partir del espacio pintado en cada obra, se representa la vida de las personas en el cuadro, siempre tomando en cuenta al espectador. La constitución plástica de cualquier lienzo muestra su relación intrínseca con el entorno espacial y con el contexto epistemológico de la creación, del creador y del público. Gracias a esta particularidad, central en la exposición de estos análisis, el espectador se transforma en testigo de experiencias vividas, de cuadros vivos, el alma inmaterial de estos escritos.

Además de dar un enfoque de las predilecciones pictográficas del escritor, los ensayos exponen ideas de mucho peso del danés Søren Kierkegaard y del alemán Friedrich Nietzsche con gran profundidad analítica. Para ellos, la música es un elemento central en la creación artística y uno de los campos filosóficos por explorar a futuro con sumo cuidado. A diferencia de las lenguas humanas —imprescindibles para la comunicación—, la música tiene particularidades de inmediatez para todo público por sus propiedades claramente universales. En resumidas cuentas, se trata de un lenguaje humano asequible para todos. Gracias a la práctica profesional, las composiciones musicales logran con eficacia la transmisión de ideas, sentimientos y objetivos comunes para la humanidad.

A partir de la tradición filosófica de Kierkegaard y de Nietzsche, Klossowski pone por delante la importancia del erotismo, indispensable en la postura de estos pensadores decimonónicos. Para penetrar en la médula de sus enseñanzas, Klossowski examina el estado primigenio del alma, donde la música y el erotismo tienen un papel en el desarrollo de una persona: sin ellos, faltaría la armonía básica para los seres humanos.

Para refrendar el compromiso ético de Klossowski, algunos textos se aproximan a temas cardinales en la filosofía del xix. Prueba de ello es la preocupación de Nietzsche por la muerte de Dios, la consecuente resurrección de Dionisio —dios de la individuación— y el nacimiento del superhombre, uno de los conceptos claves en esta doctrina de pensamiento. Si Dios muere, el yo individual no sólo pierde a su juez, sino además a su redentor, a su testigo, a su identidad eterna.

Además, el libro enfatiza la noción epistemológica de individuo; se discute con tal de mostrar parte del trasfondo filosófico de Kierkegaard. En este sentido, aparece una idea importante: las determinaciones sustanciales. Éstas son instituciones claves en el crecimiento social, tales como Estado, familia, destino. Las determinaciones sustanciales ocupan un lugar primordial en la sociedad y en la evolución de cualquier persona y de cualquier nación a lo largo de la historia.

Los argumentos de Klossowski al echarle un vistazo conceptual a la tragedia moderna desde una mirada incisiva resultan claros. Siguiendo estos razonamientos, el conflicto en la tragedia moderna basa su funcionalidad en el sentimiento de culpa de un personaje, al actuar y al sufrir —en medio de circunstancias singulares— cuando debe tomar decisiones fundamentales para su vida y para la de los demás. Este género tiene cimientos sólidos en los caracteres y en las peculiaridades de la sociedad y de la formación de cada personaje en el desarrollo de la trama. No existe, por ningún motivo, un fondo de naturaleza épica en el género. Los componentes del tema tienen ecos del cristianismo, y se concretan en forma de pensamiento y de actuación. Un ejemplo de esto es que el héroe asume la conciencia de su culpa por completo y, en algunos casos, deviene en un ser malo. En última instancia, el mal es básico en la tragedia y en el cristianismo, uno de los vasos comunicantes del género.

En suma, el aporte fundamental de Cuadros vivos consiste en analizar diversas preocupaciones culturales de Pierre Klossowski. Para lograr ese cometido, compila los escritos más representativos de su pensamiento y de su ejercicio artístico a lo largo de muchos años. Por su trabajo y por sus intereses multifacéticos, se trata de una de las figuras intelectuales más importantes en el siglo xx francés. El libro ofrece la oportunidad de conocer sus planteamientos a la luz del tiempo y de tener cierto rigor en el análisis de estos temas. Acostumbrados a visitar la literatura de Klossowski, los lectores encontrarán una perspectiva multidimensional de la cultura francesa bajo la lupa de uno de los novelistas más peculiares en las letras universales, por la construcción de sus personajes y por sus derroteros psicológicos. +