#JuevesDeListas Cinco autobiografías que no te querrás perder

#JuevesDeListas Cinco autobiografías que no te querrás perder

19 de enero 2023

Si bien el género de la autoficción se ha puesto de moda en los últimos años, memorias y autobiografías se han escrito casi desde que se inventó la escritura. Sin entrar en detalles de qué tanta ficción tienen las que te presentamos en este #JuevesDeListas, sí te podemos decir que todas te encantarán. Pertenecen a autores de distintas épocas y nacionalidades, y las elegimos así para mostrarte cómo estas circunstancias influyen en la evolución de la vida humana.

Además, si te gusta el chisme literario, te garantizamos que no podrás despegar el ojo de estas recomendaciones hasta que las termines toditas.

Vivir para contarla, de Gabriel García Márquez. En Editorial Diana

“El tren hizo una parada en una estación sin pueblo, y poco después pasó frente a la única finca bananera del camino que tenía el nombre escrito en el portal: Macondo. Esta palabra me había llamado la atención desde los primeros viajes con el abuelo, pero sólo de adulto descubrí que me gustaba su resonancia poética. Nunca se lo escuché a nadie ni me pregunté siquiera qué significaba”.

Compendio y recreación de un tiempo crucial para García Márquez, Vivir para contarla ofrece el recuento de sus años de infancia y juventud, aquellos en los que se fundaría el imaginario que más tarde daría lugar a relatos imprescindibles. Novela de una vida, en sus páginas emocionantes va descubriendo ecos de personajes e historias que poblaron su obra, lo que la convierte en una guía de lectura, una compañía indispensable para iluminar pasajes inolvidables que, tras el disfrute de estas memorias entrañables, adquieren una nueva perspectiva.

París era una fiesta, de Ernest Hemingway. Lumen, Penguin Random House

La mítica última novela del Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway. Publicada póstumamente en 1964, París era una fiesta es la obra más personal y reveladora de Hemingway, quien, ya en el crepúsculo de su vida, narra aquí los dorados, salvajes y fructíferos años de su juventud en el París de los años veinte, en compañía de escritores como Scott Fitzgerald o Ezra Pound, la llamada generación perdida, según la popular denominación acuñada en aquella época por Gertrude Stein, mítica madrina del grupo. Crónica de la formación de un joven escritor, retrato de una ciudad perdida, oda a la amistad y verdadero testamento literario, París era una fiesta es uno de los libros capitales para entender el siglo XX, así como el universo y la personalidad de uno de sus más grandes creadores.

Éramos unos niños, de Patti Smith. En Lumen, Penguin Random House

GANADOR DEL NATIONAL BOOK AWARD El libro icónico de Patti Smith, en el que cuenta su relación con Robert Mapplethorpe: un homenaje a la amistad cuyas páginas cargadas de vitalidad y humor nos devuelven el sabor de un Nueva York donde casi todo era posible.

“Fue el verano en que murió Coltrane… Los hippies alzaron sus brazos vacíos y China detonó la bomba de hidrógeno. Jimi Hendrix prendió fuego a su guitarra en Monterey… Fue el verano del amor. Y en aquel clima cambiante e inhóspito, un encuentro casual cambió el curso de mi vida: fue el verano en que conocí a Robert Mapplethorpe“.

Corría el mes de julio de 1967 y eran unos niños, pero a partir de entonces Patti Smith y Robert Mapplethorpe sellaron una amistad que solo acabaría con la muerte del gran fotógrafo, en 1989. De eso habla este espléndido libro de memorias, de la vida en común de estos artistas, los dos entusiastas y apasionados, que cruzaron a grandes pasos la periferia de Nueva York para llegar hasta el centro neurálgico del nuevo arte. Fue así que acabaron instalándose en el hotel Chelsea y se convirtieron en los protagonistas de un mundo hoy ya perdido donde reinaban Allen Ginsberg, Andy Warhol y sus chicos, y se creaban las grandes bandas de música que marcaron los años finales del siglo XX, mientras el sida hacía estragos.

Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, de Maya Angelou. Libros del Asteroide

En el primer volumen de su autobiografía, Maya Angelou nos habla de su dura infancia y de los trances por los que tuvo que pasar hasta convertirse en una mujer independiente. Criada en un pequeño pueblo de Arkansas por su abuela, Angelou aprendió mucho de esta mujer excepcional y de una comunidad negra extraordinariamente cohesionada. Unas lecciones de vida que le ayudarían a sobrellevar las dificultades que tendría que soportar en los años venideros, en Saint Louis y en California. Angelou tiene un don extraordinario para contar. Su libro, que es a la vez alegre y triste, misterioso y memorable, como la niñez, nos habla de los anhelos y miedos infantiles, del amor y del odio y de cómo las palabras pueden hacer del mundo un lugar mejor.

Monkey boy, de Francisco Goldman. En Editorial Almadía

Como una tardía ventisca invernal, los recuerdos se abalanzan sobre la mente de Francisco (Frankie) Goldberg, protagonista de esta historia, mientras viaja en tren de Nueva York a Boston, su ciudad natal. Obligado a regresar a Norteamérica como consecuencia de una feroz persecución política, la marcada distancia que ha construido respecto a su familia se desvanece súbitamente. Ahora va al encuentro de su madre, su hermana, un amor escolar interrumpido y, también, de las cicatrices que crecer en el noreste americano deja en un niño de padre ruso judío y madre guatemalteca católica. Conmovedora, divertida y perturbadora por igual, Monkey Boy despliega un entramado de temporalidades que hace patente la imposibilidad de un pasado inamovible, mientras pone de relieve las omisiones con las que construimos los relatos que contamos sobre nosotros mismos. En esta novela, Francisco Goldman ha escrito una brillante reflexión y una nítida radiografía sobre la identidad individual y colectiva de un país que, como muchos, es habitado por personas de múltiples orígenes geográficos y culturales. Pero, sobre todo, este libro es una celebración de la fortaleza femenina, sin la que sortear las infancias más turbulentas sería prácticamente imposible.