Siria: la guerra, el amor, las mujeres

Siria: la guerra, el amor, las mujeres

16 de diciembre de 2021

José Luis Trueba Lara

Desde hace poco más de una década, la guerra se ensaña con Siria. Hoy, el país de Levante se revela como el lugar de la muerte y los escombros, como el sitio donde campean la violencia desbocada y los sueños resquebrajados. Tratar de medir la magnitud del sufrimiento que han provocado las hostilidades es una tarea imposible: cada persona que se mira en el espejo del horror es una historia inabarcable, una pena infinita, una desgracia absoluta. A pesar de lo imposible, intento mesurar esta tragedia con algunas cifras: desde 2011 —cuando todo comenzó, a causa de una manifestación en favor de la democracia en la ciudad de Deraa— hasta nuestros días, han muerto o desaparecido más de medio millón de personas. En este caso, la “primavera árabe” se convirtió en una desgracia. Aún más, como resultado de la violencia, 12 millones de sirios se vieron obligados a abandonar sus hogares; 90% de la población vive en la miseria; casi la mitad de las instituciones de salud están destruidas, y, a pesar de los mandatos internacionales, se han efectuado más de 38 ataques con armas químicas.

A pesar de esto, la guerra en Siria les resulta ajena a millones de personas que viven lejos de Medio Oriente. Las tragedias apenas son imágenes fugaces en los noticieros, que sólo les dedican unos cuantos segundos. Debido a esto, el lanzamiento de Una luz fuerte y brillante, la nueva novela de Viviana Rivero, adquiere un peso definitivo: sus páginas no sólo abren la posibilidad de comprender uno de los conflictos más terribles en lo que va del siglo, también nos permiten asomarnos a la vida, los conflictos y las rupturas de quienes están atrapados por la guerra, a través de una serie de preguntas esenciales: ¿es posible hallar la felicidad en los escombros?, ¿existe la esperanza de que los separados puedan amarse? En un mundo absolutamente rasgado, ¿el amor y la pasión sólo son una tregua que está condenada a romperse?

¿Cómo fue que te involucraste con algo tan lejano y tan cercano como la guerra en Siria?

En este momento estoy cerca, pues ahora me encuentro en Madrid. La historia de Una luz fuerte y brillante nació por un hecho muy especial: tuve la oportunidad de conocer a una pareja de refugiados sirios que venía huyendo de la guerra. Los dos tenían cerca de 30 años y eran universitarios. Sus historias me impactaron. Nosotros, los que jamás la hemos vivido, tenemos una idea de la guerra que en nada se parece a la realidad. Los bombardeos continuos, las acciones de los grupos musulmanes radicales, la ausencia de alimentos, la falta de luz apenas son algunos de sus rasgos.

Poco a poco, nuestra charla se volvió más intimista: ella me empezó a contar cómo era la vida de las mujeres en esos momentos y circunstancias. Al escucharla, me dije: “Yo tengo que poner esto en un libro”. Así nació Una luz fuerte y brillante, y a partir de ese momento comencé a grabar algunas de nuestras conversaciones y empecé la investigación que me permitiría contar el porqué de la guerra. También hablé con el presidente del Centro Islámico, y en más de una ocasión lo increpé por la situación que vivían las mujeres. Por esto, mucho de lo que hay en el libro —si bien la historia principal es ficción— es real: proviene de lo que me contaron tanto esa pareja como otros refugiados que me fueron presentando.

Otro caso interesante fue el de la hermana del presidente del Centro Islámico. Ella trabaja como guía de turistas en Siria. Hablé mucho con ella por teléfono para obtener información sobre los mercados, los palacios, la vida cotidiana y algunos de los lugares donde transcurre la novela. Yo necesitaba saber cómo veía a la mujer árabe; su mirada resultaba más precisa que la mía, en la medida que soy occidental. Cuando terminó de leer el manuscrito, me dijo: “Me asombra que hayas podido retratar tan bien lo que sentimos nosotras; esto no es fácil, tu mente funciona de una manera diferente a la nuestra”. Sus palabras me permitieron respirar con alivio y, esa misma semana, le entregué el manuscrito a la editora. No sé qué hubiera hecho si ella me hubiera dicho que no lo había logrado. Esto me pasó con el uso del velo: yo pensaba que las mujeres que se negaban a portarlo era porque veían otra vida, pero ella me dijo que lo usaban por convicción. Este desacuerdo lo conservé en el libro: sigo creyendo que esas mujeres han visto a las occidentales, que no usan velo, y, justo por eso, toman una decisión. No se puede desear lo que no se ha visto.

 

En lo que dices hay algo que siempre me ha preocupado. Cuando alguien escribe sobre el mundo real, no puede imaginar las consecuencias que tendrán sus palabras, y en una situación como la de Siria esto podría llegar a extremos espeluznantes…

Tienes razón, cuando empecé a escribir Una luz fuerte y brillante hablé mucho sobre este tema con mi editora. Le dije: “voy a escribir sobre el mundo musulmán y tengo clara la historia del poeta que fue condenado a muerte y cómo sus editores tuvieron la misma condena”. Ella estaba muy consciente de este problema; por eso le enseñó el manuscrito al abogado de la empresa antes de que saliera. Él lo analizó con cuidado, y hubo una o dos frases que tuve que cambiar: la idea era contar algo y no hacer una crítica abierta como narradora omnisciente. La historia debía hablar por sí misma.

Hace un momento me contabas sobre tu mirada occidental… ¿Cómo terminaste viendo a las musulmanas que viven en Siria?

Las discusiones que tuvimos no sólo fueron por el uso del velo. Uno de los aciertos de la novela fue la capacidad de retratar lo que siente una mujer cuando su esposo trae una nueva esposa. Algo que la mirada occidental percibiría como una infidelidad, pero que ellas no miran así, aunque ese acto está marcado por el dolor. La primera esposa siempre sueña con ser la única. A veces esto sucede, pero no se trata de una regla. La llegada de una nueva mujer es un deseo roto. Tengo la impresión de que a las mujeres de Siria y de la guerra sólo les corresponden las lágrimas, aunque Una luz fuerte y brillante es una novela esperanzadora.

 

La pareja de refugiados que provocó el nacimiento de Una luz fuerte y brillante ¿ya leyó la novela? ¿Qué opinaron de ella?

Sí, ya la leyeron y quedaron muy contentos. Yo respeté todo lo que me pidieron: ella me dijo que nunca escribiera su nombre real. Esto no era por ella, sino por todos sus hermanos que aún están en Siria, y algunos de ellos trabajan para el gobierno. “Su vida corre riesgo”, me dijo para que su petición quedará perfectamente clara. Siempre me cuidé de no hacerlo, por eso en los agradecimientos de la novela tuve que escribir algo muy especial: “A RR y GG, por contarme cómo fue su dolorosa y emocionante salida de Siria. Nunca olvidaré su electrizante relato”. Ellos son RR y GG, aunque la inmensa mayoría de los personajes que pueblan Una luz fuerte y brillante —como ocurre con Álvaro, Salma y Nunú— son de mi absoluta creación. +

 

Corre el año 2014 y Siria continúa en una guerra sangrienta. Álvaro Sánchez, fotógrafo argentino residente en Barcelona, decide viajar para cubrir la contienda. Sus contactos lo conducen a la casa de Al Kabani, una familia musulmana que le proporcionará los medios para introducirse en Duma, una de las ciudades tomadas por las fuerzas rebeldes al régimen. Pero Álvaro no imagina que ese viaje le deparará la aventura más riesgosa de su carrera y la llegada de un amor que hará tambalear todos sus paradigmas. Salma, una joven árabe, lo enloquecerá. Por ella estará dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias. Juntos experimentarán pasiones y peligros que los llevarán al límite de sus fuerzas y pondrán en juego sus vidas en medio de una vorágine de violencia y prohibiciones. La historia de la joven pareja está atravesada por otra, más antigua, que transcurre durante el esplendor sirio de los sesenta. En esa época de vaivenes políticos y duras restricciones impuestas a las mujeres, irá forjándose la pequeña Nunú, cuya transformación personal marcará a fuego a Salma y a Álvaro. Viviana Rivero vuelve a sorprender y fascinar con una novela que lo tiene todo: amor, sensualidad, odio fraternal, tabúes ancestrales y un tenaz afán de superación. Una luz fuerte y brillante refleja el poder del amor frente al horror de la guerra y la energía imparable de las mujeres unidas contra la injusticia.+