El mundo de GRM Brainfuck

El mundo de GRM Brainfuck

18 de noviembre de 2021

Citlali Figueroa

Desde la portada nos desconcierta, al comenzar a leer creemos que es una novela de ficción situada en una Inglaterra distópica, del futuro, pero también sientes que es ahora. La invitación al mundo de cuatro chicos ante las posibles consecuencias del neoliberalismo y la digitalización. Las voces narrativas nos van atrapando y llevando de un momento a otro, aunque a veces parece que te pierdes sin duda encontrarás el camino. “Una novela cruda, pero también tierna y divertida” comenta Fernando Paz, director de los sellos AdN Alianza de Novelas y Contraluz.

Sibylle Berg, nació en Wimar. Antes de estudiar en Alemania fue buzo militar. Vive en Zúrich, entre sus obras encontramos piezas teatrales y 15 novelas, las cuales se han traducido a 34 idiomas.

GRM Brainfuck, es la novela que le dio a Sibylle Berg el Premio Suizo del Libro 2019 y el Gran Premio Suizo de la Literatura en 2020 por toda su obra, este es el mayor reconocimiento otorgado en Suiza al mundo de las letras.

“Pasen y vean el mundo de GRM”. Una invitación clara para entrar a la novela de Sibylle Berg, es una representación contemporánea en un libro, con la traducción al español de Núria Molines, “nunca he tenido una traductora más lista que yo”, comentó Sibylle en la presentación del libro.

“GRM Brainfuck es un manifiesto de la rabia, el estallido de la revuelta individual”.

Foto tomada del perfil de Facebook de Sibylle Berg.

Un mundo poblado de cámaras biométricas y de drones, donde el MI5 desarrolla un algoritmo registrado en una big data, para controlar a esa masa, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad ya no es una enfermedad sino una consecuencia que le pasa a todo el mundo como presa de una vida acelerada y resultado de usar las pantallas, las ideologías del odio irrumpen, los populismos de extrema derecha toman su poder, las fake news invaden y las fronteras entre la red y lo analógico se van borrando, y la pandemia de una encefalitis, la cura es un chip subcutáneo para controlar a la población.

Sibylle, partió de las leyes antiterroristas de los países europeos, como la ley se ha ido modificando con base en los avances tecnológicos, leyes que permiten la invasión a la privacidad si así se cree conveniente, por algún daño que el individuo pueda hacer al país: “me fui a Inglaterra, porque desde hace tiempo han trabajado, es un modelo de los desarrollos neoliberales, han privatizado muchos campos de la sociedad y son lideres en la vigilancia de las personas. Si vas a dar una vuelta por Londres y miras hacia arriba encontrarás cámaras biométricas. Tienen leyes antiterroristas muy estrictas, además, marginan a los pobres sacándolos de los centros, concentrados en barrios marginados en las afueras. Y esto nos muestra lo que nos espera”. +