Los libros que construyeron nuestro mundo (parte 2 de 3)

Los libros que construyeron nuestro mundo (parte 2 de 3)

Carlos Torres Tinajero

En la historia de la literatura universal hay algunos libros fundamentales para las distintas tradiciones de escritura. Su importancia radica en el arraigo de ciertos valores universales, en el desarrollo de los personajes, en la preocupación por el manejo del lenguaje y en sus características humanas cercanas al lector. ¿Cuál es la importancia de cada uno? Echémosles un vistazo para repasarlos.

Lee: Los libros que construyeron nuestro mundo (parte 1)

 

  1. La idea de la fenomenología, de Edmund Husserl. Este trabajo recoge las ideas de los cursos de Husserl en una universidad alemana durante 1907. Se expone el concepto, el sentido y las implicaciones de un nuevo método propuesto por el autor: reducción fenomenológica. Trata el problema central de la filosofía: el conocimiento. Uno de los aspectos clave es la comprensión de el paso de la fenomenología descriptiva de Investigaciones lógicas (1900) a la Fenomenología trascendental de las ideas (1913)
  2. En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. Novela cumbre en la literatura francesa. Proust se abre paso entre la memoria del narrador, el lenguaje, la evocación. La técnica recupera el ayer, a través de la memoria y de los vínculos del personaje. Se divide en siete tomos en los que se cuentan las peripecias del personaje en su afán por convertirse en escritor y su contacto con el mundo exterior, el amor, la belleza y la homosexualidad.
  3. Sobre la teoría de la relatividad especial y general, de Albert Einstein. La idea de este trabajo es dar las nociones para entender el trabajo de Einstein en las matemáticas y la física. Entre las virtudes de la publicación destaca su lenguaje claro. Se sigue el curso de las ideas científicas, su rigor analítico y sus dificultades teóricas, naturales en este tipo de temas académicos; pero siempre se tratan desde una perspectiva sencilla, como lo propone el propio Einstein.
  4. El proceso, de Franz Kafka. Algunos funcionarios detienen a Joseph K., el personaje de la novela. Él se somete a un interrogatorio judicial; pero cada pregunta se apodera de su vida y de su estabilidad mental. Además, el interrogatorio se desarrolla en un espacio sombrío donde las entrañas del poder, pero también de la vulnerabilidad humana, se ponen al descubierto frente a un tribunal desconocido para Joseph K. La novela se lleva a cabo entre el anonimato de la parte acusadora y las peripecias emocionales de Joseph K.
  5. Ser y tiempo, de Martin Heidegger. Esta obra es primordial en la filosofía alemana del siglo xx. El tema de la obra es la ontología, y la tesis sustenta que el conocimiento es la más fundamental y originaria relación entre el individuo y los entes del mundo. Su relevancia se encuentra en el peso de sus ideas en corrientes filosóficas posteriores, como el existencialismo, la hermenéutica y la deconstrución, las cuales retoman a Heidegger para la creación de nuevas ideas.
  6. Orlando, de Virginia Woolf. El amor y un desafío a las barreras del género discurren a lo largo de esta novela. Se cuentan las aventuras amorosas de Orlando lo largo de tres siglos, en los que va cambiando de sexo sin que esto resulte sorpresivo para él/ella. El erotismo y el lenguaje adquieren una dimensión descomunal en la trayectoria de los personajes y en sus derroteros para dar como resultado una reivindicación humana y ética.
  7. El extranjero, de Albert Camus. Esta obra tiene una gran importancia en la literatura universal del siglo xx. El argumento y el trayecto del personaje tienen un sustento filosófico: el existencialismo de Jean-Paul Sartre. El protagonista, el señor Marsault, tiene una actitud indiferente a su realidad, que se sustenta en la impresión de que resulta absurda. Se convierte en un “extranjero” en su propia tierra y con su propia gente, en medio de su peculiar actitud frente a la vida y la muerte.
  8. La sociedad abierta y sus enemigos, de Karl R. Popper. Popper fue el filósofo del falsacionismo. Escribió este libro durante la Segunda Guerra Mundial para hacer una crítica a las teorías del historicismo teológico, según las cuales el desarrollo histórico gira alrededor de leyes universales. Además, critica las ideas filosóficas de autores fundamentales en la historia del pensamiento universal, como Heráclito, Platón, Hegel y Marx, en medio de una defensa racional de la sociedad abierta y contra sus enemigos.
  9. País de nieve, de Yasunari Kawabata. A lo largo de tres inviernos, Shimamura regresa a la región más fría del país, atraído por la belleza de la estación temporal; pero también atraído por Komako, una joven aprendiz de geisha. Shimamura tiene la pretensión de escapar de la monotonía de su matrimonio en Tokio. La relación con Komako plantea un dilema ético en su vida, en medio de la fascinación por la época, el ambiente y las relaciones sociales.
  10. El segundo sexo, de Simone de Beauvoir. El significado de ser mujer representa el hilo conductor de este ensayo. Los argumentos de Beauvoir hacen una revisión histórica sobre la concepción de la naturaleza femenina. Aborda distintos escenarios por los cuales han atravesado las mujeres en un intento por mejorar sus condiciones de vida. Considerada como una de las obras fundamentales del pensamiento feminista, trata temas centrales en el desarrollo de la mujer desde distintos enfoques especializados.
  11. Los orígenes del totalitarismo, de Hannah Arendt. Arendt analiza los dos movimientos totalitarios más importantes del siglo xx: el nazismo y el estalinismo. Gracias a ello nos ofrece una de sus contribuciones principales a la teoría política. En su análisis, Arendt considera al racismo como una de las particularidades del imperio colonialista y de su expansión. Además, explora ideas importantes alrededor del imperialismo moderno, tales como la acumulación del exceso de capital en los Estado-nación europeos durante el siglo xix.
  12. El viejo y el mar, de Ernest Hemingway. Es uno de los trabajos más representativos de la narrativa universal del siglo xx. El protagonista es Santiago, a quien todo mundo llama “el viejo”. Es un pescador que lleva 84 días sin pescar. Una mañana, atrapa un pez vela. Mientras tanto, evoca su pasado, cuando la suerte estaba de su lado. Se subraya la lucha contra la adversidad con tal de que el personaje consiga sus objetivos.
  13. Esperando a Godot, de Samuel Beckett. Máximo exponente del teatro del absurdo. El hilo conductor es la espera de dos vagabundos, Vladimir y Estragón, a un tal Godot. El público nunca sabe quién es Godot. A lo largo de la trama no hay ningún acontecimiento relevante, pero todo el tiempo se revela el carácter de los personajes en medio del existencialismo en sus vidas, como muestra del retrato de una época en la historia de la humanidad.
  14. El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien. La gran novela de Tolkien pone al centro la fantasía épica con personajes antropomorfos, como los hobbits, los elfos y los enanos. Cuenta el viaje de Frodo Bolsón con el objetivo de destruir el anillo único. Esto da pie a la guerra de su enemigo con tal de recuperar ese anillo, mientras los mejores elementos de la fantasía tejen la trama y la vida de los personajes. 
  15. Lolita, de Vladimir Nobokov. Humbert Humbert, el protagonista de esta novela, entabla una relación con Lolita, su hijastra de doce años. Por su estructura y por el manejo preciso del lenguaje en la evolución de la trama, los críticos la consideran una de las obras maestras de la literatura, con temas polémicos, como el amor y la corrupción de menores. Se le han dado distintas interpretaciones, como un relato romántico y erótico; también como un relato moral y de transgresión psicológica.