La voluntad de Will Smith
09 de febrero de 2022
Cualquiera que haya crecido en los 90, vio el Príncipe del rap y alguna (o muchas) de las películas de Will Smith. Recuerdo perfectamente aquella serie donde salía un tipo payasón, chistoso, con una voz chillona (gracias al doblaje) y lleno de color. Y en sus películas posteriores, aunque ya no era tan bufón como en la serie, seguía teniendo cierta ligereza. Por eso fue tan sorprendente leer un libro donde ese Will nos muestra su lado oscuro y vulnerable. ¿Cómo?, el tipo que se la pasó salvando al mundo por más de una década ¿comienza su libro con un capítulo titulado Miedo?
Así es, Will Smith, con la ayuda de Mark Manson, decidió escribir un libro sobre su vida titulado Will, que podría traducirse como voluntad y que al mismo tiempo remite a su nombre. En él nos lleva por un recorrido desde su infancia hasta su aniversario 50. En este repaso de su vida, habla de manera franca sobre sus padres, la violencia que vivió, pero también el amor y la contención de su familia. Hace el retrato de las personas más importantes con las que se ha cruzado en su camino: sus hermanos, sus padres, su abuela, sus amigos, las personas que creyeron en su talento por primera vez, sus parejas, sus detractores, todos. Will nos toma de la mano y vamos descubriendo con él sus talentos, observamos cómo los desarrolla y, aunque sabemos el desenlace de ciertas decisiones, el libro nos hace sentir la emoción que sentía él, y nos transmite sus nervios, experimentamos sus dudas, como cuando se debate sobre si ir o no a la universidad, aun en contra de los deseos de su madre: “Ahí estaba, sobre las espaldas de generaciones anteriores que habían luchado con sacrificio ante las adversidades. Era el bendito heredero de un largo linaje de afroamericanos que se esforzaban por tener una vida estable, con educación y de clase media en Estados Unidos. La generación de mi madre y mi padre creció en medio de la segregación y de una inmensa pobreza. […] Y se iba a ir todo al garete si no iba a la universidad por culpa de la música que hacía en fiestas de sótanos con unos colegas llamados Jazz y Ready Rock”.
En México la faceta exitosa de Will Smith como rapero no es tan conocida, sin embargo, es increíble que haya ganado 4 premios Grammy, pero lo es más aún al saber que todo lo que había conseguido con la música (éxito, cierta fama y mucho dinero), lo perdió casi de un día para otro debido a las malas decisiones, producto de su inmadurez y juventud. Lo admirable es que no se quedó ahí. Se levantó y sembró las semillas de nuevos éxitos, los cuales lo llevaron a ser uno de los actores más conocidos, queridos y mejor pagados de Hollywood.
La carrera de Will Smith como actor le permitió tener numerosas películas que llegaron al número uno en taquilla, pero además tuvo la dicha de conocer a personajes como Quincy Jones, Mohamed Alí y Nelson Mandela, quienes no solo fueron sus mentores sino sus amigos. Se casó dos veces y tiene tres hijos. Su familia es una de las más exitosas y conocidas de la farándula internacional y pareciera que Will había cumplido sus sueños más increíbles.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. Lo interesante es que en su narración Will Smith nos muestra también sus peores momentos, los que difícilmente conoceríamos de no ser contados por él de primera mano: sus decepciones amorosas, su obsesión con el trabajo y el éxito, el lado oscuro de la fama, las deudas con el fisco, la bancarrota, los pleitos legales, los problemas familiares y maritales, la autoexigencia extrema, los miedos: “Will Smith pensaba, y con razón, que había ganado la lotería de la vida: no era solo que su propio éxito no tuviera parangón, sino que toda su familia, al completo, se hallaba en el pináculo del mundo del entretenimiento. Sin embargo, ellos no lo veían así: se sentían como los protagonistas del circo de Will, un trabajo que les ocupaba los siete días de la semana y que, además, no habían solicitado”.
¿Cómo recuperar el camino? ¿Cómo ser feliz si se supone que ya tienes todo lo que cualquier persona desearía: la familia perfecta, el trabajo perfecto, la casa perfecta? La insatisfacción se cuela por las grietas de la supuesta perfección. Will nos habla de estas etapas de recapitulación, de fuerte confrontación consigo mismo, con su historia, su pasado. Una de las partes más interesantes es cuando narra su viaje de autoconocimiento con ayuda de la ayahuasca. Will se da cuenta de que no puede colocar afuera lo que debe venir desde dentro: la aceptación, el amor, el cuidado: “Ocho películas de éxito consecutivas, treinta millones de discos vendidos, cuatro Grammys y cientos de millones de dólares te hacen feliz, ¿verdad? Hacen que la gente te quiera, ¿verdad? […] Nada de lo que puedas recibir del mundo material puede generar paz interior o plenitud”.
Lo que nos queda claro es que, con o sin dinero, con o sin fama, hay momentos en nuestras vidas en que tenemos que confrontarnos con las partes más oscuras y menos agradables de nosotros mismos. Sin ese autoconocimiento viviremos siempre en un mundo de ilusiones, donde proyectamos nuestra mejor cara hacia afuera, pero por dentro nos sentimos vacíos, infelices, insatisfechos.
Si bien, el libro comienza hablándonos del miedo y de cómo Will Smith siempre se sintió un cobarde, culmina con una hazaña que lo pone a prueba, un acto de verdadero valor, como el de sus películas más famosas, sólo que en la vida real. Y no es que se haya desecho de sus miedos, sino que por fin los afronta y nos regala un cierre emocionante: “Eso era lo que siempre había querido. Todos mis seres queridos estaban ahí juntos, como una familia, y los había traído al Gran cañón para que presenciaran la horrorosa muerte sin sentido de su tío Will”.
Spoiler alert: no murió. Si Will ha logrado tantas cosas en su vida, seguro hay un par de cosas que tendrá que contar, les garantizo que no se aburrirán. +