Cuidado con el perro
Por Lucía Moreno
La advertencia con la que inicia este texto, tan común en letreros metálicos oxidados o grabada en placas de barro, tiene raíces milenarias. En la antigua Pompeya, los romanos escribían cave canem, “cuídate del perro”, para alertar a los visitantes. Aquella frase no sólo hablaba de seguridad; también revelaba la profunda presencia del perro en la vida humana.
A lo largo de la historia, estos compañeros de cuatro patas no solo han resguardado puertas, vigilado rebaños o ayudado en la caza. Han dormido a los pies de nuestras camas, nos han seguido felices en los paseos, y nos han ofrecido una compañía silenciosa y absoluta que, para muchos, ha sido el consuelo más profundo en los días difíciles.
Y es que pocas cosas conmueven tanto como la lealtad y la mirada transparente de un perro. No resulta casual que millones de personas en todo el mundo lo consideren parte de su familia. Justo por eso, cuidarlos implica algo más que afecto: requiere conciencia, información y responsabilidad.
Entre extremos: la sobrehumanización y el abandono
En los últimos años hemos presenciado dos tendencias preocupantes. Por un lado, la humanización excesiva. Y por el otro, su opuesto igualmente cruel: el descuido, la indiferencia a sus necesidades emocionales y físicas.
Tener un perro en casa implica caminar por una línea delgada entre el amor real y el maltrato disfrazado de ternura o de negligencia. Ni sobreproteger ni ignorar: se trata de respetar su naturaleza canina y procurar su bienestar auténtico.
Adopción, pedigree y decisiones con conciencia
Hoy, tener un perro es una decisión cargada de preguntas: ¿comprar o rescatar?, ¿hipoalergénico?, ¿de raza?, ¿pequeño, obediente, sin olor, sin pelo?
Cualquiera que sea tu decisión —comprar o adoptar— implica cuestionarte sobre tu capacidad real de asumir un compromiso con un ser vivo que dependerá completamente de ti: desde el alimento hasta el tiempo que le dediques.
Y sí, una de las elecciones más importantes empieza en el plato.
¿Croquetas o comida fresca?
Rodney Habib, autor del bestseller Compañero para siempre (Gaia Ediciones, 2022) lo resume con una frase contundente: “Tu perro no tiene el poder de elegir su dieta. Depende por completo de ti para hacer la mejor elección.”
Esa elección diaria —entre croquetas comerciales, comida casera, suplementos o snacks— determina en buena medida su salud, su energía y su longevidad. La doctora Karen Becker, coautora del libro, advierte que incluso los alimentos de prescripción veterinaria muchas veces no contienen medicamentos reales, sino marketing con ingredientes cuestionables.
¿Significa esto que las croquetas son malas? No necesariamente. Pero tampoco son la única opción. Como explican los autores y muchos veterinarios integrativos, lo ideal puede ser combinar croquetas de alta calidad con alimentos frescos y naturales.
¿Cómo hacer una dieta mixta saludable?
-
- Elige croquetas limpias. Sin subproductos animales, sin conservadores sintéticos como bht (Butilhidroxitolueno / Butylated Hydroxytoluene) o bha (Butilhidroxianisol / Butylated Hydroxyanisole) o Ethoxyquiny.
- Añade alimentos frescos poco a poco. Pollo cocido, arroz integral, calabaza al vapor, zanahoria rallada, huevo cocido. Empieza con un 10-20 % del plato.
- Respeta horarios y equilibrio. Puedes mezclar o separar los alimentos en dos comidas distintas, pero evita dejar croquetas disponibles todo el día si añades comida húmeda.
- Cocina sin sal, cebolla ni condimentos. La sencillez es la clave: lo que nutre no siempre viene en sobres de colores.
Evita improvisar si tu perro tiene problemas digestivos, enfermedades crónicas o necesidades especiales. Infórmate o consulta a un veterinario de confianza.
Una guía útil para comenzar
Si este tema resuena contigo y quieres aprender a cocinar para tu perro, en Gandhi puedes encontrar el libro Cocina sana para tu perro, de Gemma Knowles. Su propuesta es sencilla, directa y profundamente conectada con la naturaleza del animal.
Con más de 30 recetas y consejos sobre suplementos naturales, alimentos prohibidos, equilibrio nutricional y organización de menús semanales, es un libro que se alinea perfectamente con quienes buscamos cuidar a nuestros animales con el mismo respeto con el que cuidamos nuestro cuerpo y nuestro planeta.
Cuidar con inteligencia
Desde mi mirada —la de alguien que cree en la inteligencia natural, en el poder de reconectar con la vida simple y saludable—, cuidar a un perro es también una forma de cuidado hacia nosotros mismos. Porque al observarlos, nutrirlos bien, respetar su instinto y permitirles ser lo que son, nos acercamos a una vida más coherente, más viva, más libre de artificios.
Cuidado con el perro, sí. Pero no por miedo. Sino por respeto. Por amor bien entendido. Y por la certeza de que su paso por nuestra vida puede ser tan luminoso como el camino que les ayudemos a recorrer.
Para cuidar la salud de tus perritos, te recomendamos a la médica veterinaria Lucy Matricardi.
Instagram: ancestral.nutricion.vet
Facebook: Ancestral-Nutrición Veterinaria Canina y Felina
Lucía Moreno es autora de Inteligencia Natural (Aguilar, 2025) y fundadora de Verde a la mexicana e Immi México, proyectos que promueven el cuidado consciente de la salud, la naturaleza y el entorno, con un fuerte compromiso social hacia comunidades vulnerables.
