
El gato que enseña el Zen

James Norbury nos sorprende una vez más. Después de su libro Gran Panda y Pequeño Dragón, ahora nos presenta El gato que enseña Zen. Mediante sus palabras e imágenes, nos adentraremos a una visión del mundo muy distinta, más reposada y consciente.
Pero esta historia no es sobre personas.
La lluvia caía de los tejados y borboteaba en las alcantarillas. Los habitantes de la ciudad se encorvaban para hacer frente al agua y se apresuraban de regreso a sus casas.
El Gato los observaba. Al cabo de un rato, se volvió hacia la Rata y le dijo:
-Llevo muchos años buscando pero todavía hay muchas cosas que no comprendo.


Esta historia es acerca de un Gato.
Y en esta fría noche de otoño, se está resguardando de la lluvia con su muy buena amiga, la Rata.

-¿Y qué es lo que estás buscando? – preguntó la Rata.
El Gato suspiró.
– Ojalá lo supiera.
¿Paz?
¿Aceptación?
Tal vez una forma de darle sentido al mundo…
– Nada muy difícil, entonces – dijo la Rata, con una sonrisa bondadosa -.
Pero tal vez te puedo ayudar. He oído lejos de aquí, en lo profundo del bosque de arces que envuelve al valle, hay un solitario pino anciano.
Y quien se siente entre sus ramas logrará un estado de paz y comprensión inigualable.