BOBO. Una entrevista a Jens. K Styve

BOBO. Una entrevista a Jens. K Styve

Bernardo Fernández, Bef

Jens K. Styve ha dado la vuelta a la creencia de que nadie es profeta en su tierra. Este noruego de 51 años es una estrella de la historieta en su país, donde su tira Dunce, traducida al español como Bobo, circula en la prensa nacional desde 2016. Después, con su traducción al inglés, se convirtió en un exitoso webcómic.

Con su producción recopilada hasta ahora en cinco álbumes, Jens debuta en nuestro idioma con Editorial Océano al publicar el primer recopilatorio. Conversamos con él sobre su trabajo, los cómics noruegos y la gráfica digital.

Me llama la atención que el título se haya traducido como Bobo.

Sí, a mí también. Lo que sucede es que en noruego el cómic se llama Dunce; en inglés, se relacionó con el “gorro de tonto” (dunce cap), un cucurucho que se solía poner a los alumnos desventajados).

Lo cual me lleva a la segunda pregunta: como escandinavo, ¿qué dificultades has encontrado para hallar un público global al ejercer una forma de arte que ha estado dominada por estadounidenses los últimos 120 años?

Bueno, lo obvio: resulta complicado encontrar un editor interesado, además de que actualmente creo que los editores sienten un poco de recelo al formato horizontal de la tira cómica. Por ello, a pesar del auge de los webcómics, creo que mi trabajo luce mejor en un periódico. A eso añádele que el universo ficticio de mi tira se sitúa en el norte de Noruega. La vida de los personajes no es muy diferente de la mía, pero sí muy distinta de la del resto del mundo.

Estoy seguro de que en Escandinavia hay una riquísima tradición monera, pienso en Tove Jansson, Jason o Teddy Kristiansen. Conozco pocos más. Saltando la barrera del idioma, ¿de qué nos estamos perdiendo de este lado del planeta?

En realidad, en Noruega tenemos una escena vibrante de tiras en lo que queda de la prensa impresa. Hay alrededor de 12 o 15 autores activos de tiempo completo produciendo sus cómics. Tenemos además unas cinco revistas antológicas de historieta circulando, de modo que hay un panorama bastante activo. Hay bastante material inspirador para mi tira en las historietas noruegas.

Justo iba a preguntarte por tus influencias, más allá de la evidente afición por Snoopy y Calvin y Hobbes.

Supongo que tengo una fuerte influencia de los cómics franco-belgas que leía de niño, como Astérix, Gastón Lagaffe y Lucky Luke. No fui lector de superhéroes. La mía es una tira que se publica diario en la prensa, seis veces a la semana, de manera que hasta ahora tengo cinco compilaciones.

¿Cuántas de ellas se han traducido?

Dos al francés y ahora ésta al español.

¿Al inglés no?

Aún no.

Si te sirve de consuelo, alguna vez Daniel Divinsky, el editor argentino de Mafalda me contó que los libros fueron rechazados por los editores estadounidenses por considerar la tira “demasiado inteligente”.

¡Oh!

Tus personajes son adorables, la relación padre-hijo es entrañable.

El personaje de Gustav está inspirado en mi hijo, cuando tenía cinco años. Ahora tiene 17 y es más alto que yo, pero aquélla es una edad muy tierna. He decidido que el Gustav del cómic no envejezca.

¿Decidiste que tus personajes nunca crezcan?

Es una decisión complicada, porque yo sí envejezco y el papá está más o menos basado en mí, pero por ahora será así. Brego, el perro, está inspirado en mi propia mascota, y le dije a la editora que el día que el perro real muera, el de la tira también lo hará.

Una decisión complicada.

Es lo que ella dijo.

¿El primer volumen reúne toda la corrida original del periódico?, ¿todas las tiras?

La edición noruega sí, pero para la mexicana la editorial quería algo más familiar. Como iba empezando, aún no tenía definido el tono definitivo, de modo que les di plena libertad para seleccionar el material que más les acomodara. Entonces, varias quedaron fuera.

¡Ahora quiero leer ésas! Sabiendo que tú mismo tuviste un despacho de diseño y renunciaste para dedicarte a la tira, me llaman la atención que éstas suceden en el trabajo del papá. Me siento tentado a preguntar por qué uno de sus compañeros es un pez.

Una ballena beluga. Es una especie de chiste local. Yo vivía en Oslo y me mudé al norte de Noruega; pensaba que sería sólo un año y ya llevo 23. Ésta es una zona de pescadores, hay una gran industria pesquera. Es mi manera de dibujar a mi amigo local.

¿Dibujas la tira en técnica tradicional o digital?

Solía hacerlo en papel. Después de años diseñando, me encantaba trabajar orgánicamente, sin computadora. Pero, tras 150 tiras y publicando seis a la semana, descubrí la importancia de la escritura, que me toma mucho tiempo. Puedes salvar una tira mal dibujada con un buen guion, pero no al revés. Descubrí que la tableta podía captar mi estilo. Hay un sujeto que me hizo un paquete de pinceles digitales, de modo que el dibujo fuera más orgánico. El libro que leíste incluye la transición digital, pero al ver las tiras de nuevo ya no distingo muy bien cuáles son digitales y cuáles tradicionales.

¿Cómo es tu relación con tus primeras tiras, al verlas en retrospectiva? Quiero decir, cuando publicas el primer volumen, tú ya llevas cinco o seis años de ventaja, ¿cómo las lees ahora?

Me encantaría que pudieras leer lo que estoy haciendo ahora. Quiero decir: me gusta mucho mi trabajo, pero puedo ver el desarrollo que he tenido en todo este tiempo. Deseo que para bien. Todos los artistas encontramos defectos a nuestro trabajo después de un tiempo.

Son defectos que sólo ve el creador. Brad Guigar dice que no puedes empeorar en algo que practicas todos los días. Pero me encantaría leer los siguientes tomos porque estoy seguro de que, como buena tira cómica, los personajes van evolucionando. Eso se aprecia desde el primer libro.

Sí, sí. Cuando ves que el artista evoluciona, se nota un cambio de la primera a la última tira. Esto significa que el autor ha aprendido algo. Definitivamente percibo eso en mi trabajo.

Finalmente, cuéntanos en qué estás trabajando. Es una doble pregunta, porque también quiero saber si te atrae trabajar historias de largo aliento.

Me tienta todo el tiempo. Cuando trabajas tira, siempre te atrae el formato extendido. Cada año hago un especial de Navidad con mis personajes. Son muy populares en Noruega. Los personajes de las tiras tienen una publicación más extensa a final de año, de unas veinte páginas. Lo he hecho por tres años y ahora estoy terminando la de éste. 

También inicié un proyecto tipo manga con un guionista estadounidense, pero como creo que va a tomar mucho tiempo, me temo que tendrá que ser un proyecto paralelo. Ahora mismo tengo concentrada toda mi energía en la tira.

¿Hay algo más que quieras decirles a tus lectores mexicanos?

¡Sí!, que este año iré a la fil Guadalajara.+

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