Padres y madres: un vistazo a la familia mexicana
El origen de todos los males. Madres y padres autoritarios (Cal y Arena, 2022) es una compilación de relatos a cargo de Bibiana Camacho. El volumen reúne historias de escritores mexicanos en situaciones límite, relacionadas con un tema capital en la vida privada: el autoritarismo de la figura paterna. Escriben autores primordiales en las letras nacionales del siglo xx y de la actualidad, como Ricardo Garibay, Liliana Blum, Ana Clavel y Luis Jorge Bonne, entre otros. Cada anécdota enfatiza diferentes componentes de los conflictos. Algunos se llevan hasta las últimas consecuencias, si se piensa en los roces de la convivencia y el tiempo. Estas historias representan una radiografía de la familia en nuestros días y sin duda fomentan una larga reflexión.
El objetivo de la antología consiste en caracterizar las figuras paterna y materna en México lejos de su sacralidad inherente y de los intentos por transgredirla. La causa de este análisis son los excesos en el ejercicio de la autoridad doméstica. En buena medida, esos excesos surgieron de una herencia ideológica que trasladó al ámbito casero los valores de ciertos regímenes totalitarios del siglo pasado. Según la filósofa alemana Hannah Arendt, un puñado de padres compartían el mismo argumento: al ser autoritarios en su círculo más cercano, cumplían con su deber histórico y social: preservar el orden en casa. Actuaban sin cuestionar sus acciones y sin darles la oportunidad a sus hijos de pelear sus propias batallas, mucho menos de dialogar para llegar a acuerdos. Ejercían la autoridad sin cortapisas, sólo por un aparente bienestar colectivo, aunque provocaran huellas sentimentales irremediables en los hijos.
En todo momento, este compendio de narraciones pone sobre la mesa de discusión los claroscuros de las figuras paterna y materna, en distintas etapas de la relación con sus hijos. La obra se aleja de la idealización y del sentimentalismo; al contrario, desarrolla una perspectiva clara de esta unión humana, entrañable y definitiva para cualquiera. Una de las dificultades principales en el vínculo de los escritores con sus padres reside en la falta de comunicación derivada de la brecha generacional. Esta condición condujo a los familiares a distanciarse, a guardar rencores y odios y, en el futuro, a romper nexos cercanos y afectuosos.
Una muestra clara de los conflictos está en el relato de Liliana Blum. Los problemas nucleares se acentuaron por el alcoholismo paterno y fueron constantes en la niñez de la autora. El regreso a la casa familiar de Liliana, sólo en visitas ocasionales ya de adulta, revive muchas prácticas desagradables de años atrás. La vejez de su padre choca con los anhelos infantiles en los espacios físicos de su casa; lo cual implica una fuerte carga emocional y evocativa. La escritora entabla una reflexión del conflicto interno por el dolor pasado, así como por la responsabilidad frente a la senectud, el alcoholismo y la diabetes descuidada del padre, cada vez más grave. Quizá en esos casos resulte difícil o en apariencia imposible cambiar la situación, a pesar de los esfuerzos.
En este tipo de interacciones, la opresión es un rasgo típico de las familias mexicanas. Las infancias se convierten en recuerdos violentos y determinantes para un sinnúmero personas. De niños, tenemos una admiración indudable por la figura paterna: es un ejemplo casi inmaculado. Pero con los años, la admiración y su consecuente cercanía se transforman, tal vez por la esencia autoritaria de ese lazo. A manera de paradoja, a veces esos agravios violentos, con las décadas y con la madurez, se convierten en afectuosos o memorables para cualquier ser humano. En el fondo, se reconoce que detrás del autoritarismo paterno hubo muestras tangibles de constancia y de tesón. Los padres siempre tienen propósitos claros y ayudan a sus hijos a lograrlos.
En suma, en El origen de todos los males. Madres y padres autoritarios, Bibiana Camacho reúne voces con arraigo en nuestra tradición literaria. Éstas presentan relaciones peculiares, atravesadas por una evidente verticalidad. La antología se convierte en un reflejo y una revisión exhaustiva de un pasado autoritario en la rutina casera, pero también es un punto de arranque para mirar el futuro de nuestras relaciones consanguíneas con una óptica distinta, gracias a una nueva dinámica, más cercana y comprensiva. +