Entrevista a Claudia Posadas: Plaza tomada

Entrevista a Claudia Posadas: Plaza tomada

23 de septiembre de 2021

Julio Trujillo

Claudia Posadas es poeta y periodista, además de animar varios proyectos culturales. Ha publicado los libros La memoria blanca de los muros (1997) y Liber Scivias (2010), que obtuvo el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines en 2009 y fue reeditado por la UNAM (2016). Ahora le debemos una antología de la poeta chilena Carmen Berenguer (1946). Se titula Plaza tomada. Poesía, 1983-2020 y fue editado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, con un prólogo suyo y una nota preliminar de Julio Ortega. Se trata de un trabajo importante, resultado de una vasta investigación y de entrevistas con la propia poeta. En México, es casi la carta de presentación de una obra que se ha leído muy poco. Aquí presentamos un resumen de la entrevista que sostuvimos con la antologadora. La versión completa se puede ver en nuestro canal de YouTube.

¿Cómo presentarías a Carmen Berenguer a los lectores mexicanos?

Carmen Berenguer es poco conocida en México. De los autores que se desarrollaron durante la dictadura chilena, destaca mucho más Raúl Zurita e incluso Diamela Eltit. Berenguer es un poco mayor que ellos; ella estaba en Estados Unidos cuando comenzó la dictadura, pero pertenece a su órbita (hay que incluir a Pedro Lemebel). Ellos crearon lenguajes in extremis, más que de exploración o experimentales, que son los lenguajes de quienes no puedes hablar, de quienes están siendo censurados, y cuyas vidas dependen de resguardar lo que están diciendo. Así crearon diversas estrategias y maneras de expresión. Berenguer es una autora fundamental para las letras latinoamericanas, que debería difundirse más, por representar una voz poderosa, con un significado profundo y social, y por la variedad de registros de su lenguaje in extremis. Ella y Raúl Zurita son dos de las conciencias más importantes en el contexto de la dictadura.

En el contexto de una dictadura, el lenguaje se vuelve resistente y tiene que ser, de alguna manera, cifrado. La de Berenguer no es sólo una poesía de protesta, sino una manera de decir sin decir, con una sintaxis arriesgada. Háblanos sobre el lenguaje de Berenguer.

Es el habla de quien está ante el verdugo. Sus estrategias resultan diversas. Carmen, en su poesía, ha pasado de un decir sin decir al decir diciendo: con su último libro, Plaza de la Dignidad, alcanza la desnudez y frontalidad del lenguaje, denunciando directamente las luchas sociales de 2019. Como ella dice: “Acudo al habla callejera”, cuyo mejor ejemplo tal vez se encuentre en el poema “Santiago Punk”. El habla urbana, pero también el habla culta, aunque se ríe de ella; el habla narrativa (a través de la crónica); el habla breve (poemas como breviarios metafísicos)… Se va desdoblando hasta alcanzar una especie de flujo de conciencia para hablar de su biografía.

Pero no hay que encasillar a Berenguer en la poesía de protesta. Sus batallas son muy diversas: hay una batalla antipatriarcal, una anticolonial, una feminista. Es una poeta que no descansa.

Esto es muy importante. Estamos ante una poesía de conciencia; así la he definido yo: una conciencia desinstaladora, crítica de su realidad, no sólo de su realidad social (viviendo en la opresión de la dictadura), sino de su realidad como mujer. Su lenguaje es el de una conciencia vigilante, lo cual le da una unidad impresionante a toda su poesía, porque todo el tiempo está desinstalando: el sistema, el patriarcado, la idea del cuerpo… Sus batallas le dan unidad desde el primer poema hasta el último. Tuvo influencias importantes, como Lola Ridge (con The Ghetto) y Gertrude Stein (con su Poesía antipatriarcal). Su lenguaje revela una constante deconstrucción.

Háblanos sobre la idea de la plaza en la poesía de Berenguer. Es un lugar metafórico importante, como si toda la poesía de Berenguer se inscribiera en una plaza cívica.

Aparece mucho la plaza como escenario en la poesía de Berenguer. Esa plaza existe específicamente, es la Plaza Italia, hoy Plaza de la Dignidad, en Santiago de Chile. Se trata de un centro neurálgico donde se concentra la sociedad. Es un lugar sumamente simbólico, y Berenguer, una vigilante de lo que ahí sucede; pero la plaza también se vuelve la gran metáfora de su poesía, porque su poesía es un ágora. Su poesía es una plaza tomada por la conciencia, por la voz crítica de la poesía. +

“Santiago Punk”
(fragmento)

1.
Punk, Punk
War, war. Der Krieg, Der Krieg
Bailecito color obispo
La Libertad pechitos al aire
Jeans, sweaters de cachemira
Punk artesanal made in Chile
Punk de paz
La democracia de pelito corto
Punk, Punk, Der Krieg, Der Krieg
Beau Monde. Jet-set rightists
Jet-set leftists
Pantaloncitos bomba
Pañuelito hindú
Chaquetitas negras, Carlotitos
Liberalismo Taiwan
Balitas trazadoras para mantenerte
Cafiche marihuanero.