¡Llegó la filij! Entrevista a Marilina Barona

¡Llegó la filij! Entrevista a Marilina Barona

A lo largo de su historia, la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (filij) —nos dice Marilina Barona, cuyas palabras fluyen sin interrupciones— ha tenido distintas sedes, como sucedió con el Centro Nacional de las Artes y con otros espacios; sin embargo, desde el año pasado, nos decantamos por Chapultepec por una razón definitiva: es el parque público por excelencia de la Ciudad de México, a tal grado que podría jurar que no existe una persona en la capital del país que no sepa dónde está y no lo conozca. Además de esto, nosotros queremos que la filij sea una gran fiesta popular, un lugar en el que todas las personas tengan cabida y que la gente venga con su comida, que tire un mantel al suelo y se convierta en un día de campo inolvidable. Así pues, esta edición —la número 41— se llevará a cabo del 10 al 19 de noviembre, en el bosque de Chapultepec.

Antes que nada, la filij se muestra como un espacio inclusivo, como una gran fiesta en la cual los modelos acartonados no tienen cabida. Por eso avanzamos hacia la ruptura de los protocolos y los formalismos: queremos dejar atrás la visión de las ferias del libro como lugares que sólo se dirigen a los adultos. En la filij no será un maestro de ceremonias quien esté a cargo de la inauguración y tampoco un servidor público quien lea el discurso inaugural. Estos papeles les corresponden a los destinatarios de la feria: las niñas y los niños que aman la lectura. Ellos deben inaugurar la feria: sus voces son más importantes que las de las otras personas.

La filij representa un gran esfuerzo para promover la lectura, y esto implica que tenemos que trabajar en muchos frentes: tratamos de dar un gran impulso a la divulgación de la ciencia y a la ilustración; se llevarán a cabo cerca de 50 presentaciones artísticas, más de 60 presentaciones de libros infantiles y juveniles, además de 135 talleres, mesas redondas, charlas, animación a la lectura y exposiciones. Es más, en la filij vamos a tener un planetario inflable.

Los talleres resultan muy importantes: lo que queremos es que cualquier niño, adolescente o joven que venga a la filij y no traiga dinero para comprar libros se sienta contento y bien tratado. Lo decisivo es que nadie salga triste y se lamente al decir “no compré nada”, por eso hay una oferta muy grande de talleres y otras actividades gratuitas para cualquiera que venga. Los que no compraron podrán decir “me recibieron, me atendieron muy bien, me divertí y, por supuesto, también aprendí”. No podemos olvidar que todos los talleres están pensados para fomentar la lectura y no sólo para lograr que los asistentes pasen un buen rato: la diversión y el fomento se unen en cada una de las actividades de la feria.

Por si todo esto no fuera suficiente, la filij también se hará presente en una buena parte del país y será más internacional que nunca: estaremos en Argentina, Chile, Colombia, Guatemala, Cuba, Estados Unidos, en todas la naciones donde están las subsidiarias del Fondo de Cultura Económica. En estos espacios realizaremos presentaciones de libros, lecturas y otras actividades. Además, se logró que, de manera simultánea, la filij llegara a otros estados del país y dejara de ser una fiesta absolutamente chilanga: en veinte entidades también se realizarán actividades vinculadas con la feria. Queremos que en cada uno de estos lugares —lo mismo en Chapultepec que en los estados o en los otros países— la feria sea tan concurrida como las estaciones del metro Pino Suárez en hora pico, que la gente pueda recorrer lo que ofrecen las editoriales pequeñas y grandes, que las personas se sumen a los talleres y a las demás actividades y, sobre todo, que hagan suya esta gran fiesta en favor del libro y el fomento de la lectura. La idea es que, cualquier día y a cualquier hora, los asistentes encuentran una actividad emocionante.+