10 ocasiones en que a los cronistas de Indias se les fue la mano #JuevesDeListas

10 ocasiones en que a los cronistas de Indias se les fue la mano #JuevesDeListas

La conmemoración del Descubrimiento de América es una oportunidad para pensar en cómo este encuentro (cuyas perspectivas son diversas y complejas) determinó nuestra historia y sigue representando un tema de exploración inmenso (y una conversación difícil). Sin afán de reducir este debate ni mucho menos banalizar un proceso histórico que fue violento, nos adentramos en el género de las crónicas de Indias, esos documentos que los recién llegados europeos redactaban para dar cuenta de una realidad que los sobrepasaba.

En todas las tierras sometidas a la Corona española, los exploradores estaban obligados a dar informe de cuanto pasaba. Y ellos de verdad tenían un profundo deseo de contarlo a detalle, tal y como lo veían. Sin embargo, sabemos que la mirada hace imposible la objetividad. Hubo un proceso de ficcionalización de América en las crónicas de estos viajeros, marcado por el exotismo. Algunas de esas crónicas tienen descripciones que ahora consideramos inconcebibles y raras, como las que reunimos en esta lista. El interés científico llegaría después del primer shock que fue la llegada a América. Y es una suerte, porque, sinceramente, a los cronistas a veces se les iba la mano con la fantasía.

  1. El clima “suave” y cálido de América, así como la abundancia de especies, en contraposición con la Europa medieval, llevó a afirmar a varios cronistas que éste era el paraíso terrenal que se menciona en las Escrituras.
  2. Los recién llegados estaban convencidos de la existencia del Dorado, una tierra donde las montañas, la arena, y todos los enseres de los habitantes eran de oro y plata.
  3. En su Historia general, Fernández de Oviedo describe a la especie de los perezosos como “animales que se alimentan de aire”, pues relata que él tuvo uno en su casa durante un mes y nunca lo vio comer.
  4. Baltasar García aseguró que cerca de la costa de Perú había un río que llevaba agua dulce si había luna creciente, y agua salada si ésta menguaba.
  5. Antes de conocer el tabaco, los europeos pensaban que el acto de fumar de los habitantes de América (sobre todo el hecho de expulsar humo por la boca) se debía a una posesión demoniaca.
  6. Los animales desconocidos eran comparados con seres mitológicos; algunos cronistas tenían su fuente de referencia en el bestiario medieval. Esto pasó con las iguanas, que se catalogaron como dragones.
  7. Pedro Ordóñez de Ceballos afirmó haber visto un monstruo en forma de mujer, con piel de oso y larga cabellera. Extendió la historia de que era el resultado de la cópula entre una osa y un hombre.
  8. Los primeros cronistas hicieron creer que en las Indias Occidentales había pimienta, clavo y canela. Si no, ¿qué sentido habría tenido el viaje? La verdad es que en América estas especies no existían. Con el tiempo, se valoraron otras que sí pertenecen a estas tierras, como el chile y la vainilla.
  9. Los europeos rechazaron tubérculos como la papa y el camote, hasta que conocieron su practicidad (la papa salvó a Europa de la hambruna varias veces). Además, hicieron correr el rumor de que el camote tenía propiedades afrodisiacas. Su descripción más cercana del aguacate eran las peras. Así que describieron este fruto como “peras de a libra con una castaña en el centro”.
  10. En Santa Elena, Perú, algunos aseguraron ver “gigantes”: monstruos con una cabeza enorme, cabellera hasta la espalda y grandes ojos, vestidos con pieles de animales. +