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Púlsares del confinamiento: Poema en prosa de Cristina M. Menéndez Maldonado

Púlsares del confinamiento: Poema en prosa de Cristina M. Menéndez Maldonado

23 de junio de 2021

Fundamentalmente la obra de Cristina M. Menéndez Maldonado es narrativa, sin embargo, el universo hermético que atiende en sus novelas como metáfora, referencia y atmosfera sutil, conforma una especie de bajo continuo, de trasfondo poético pleno de significación que le brinda ritmo, armonía y un-otro sentido a su trabajo.

            A decir de la autora, “su escritura está empapada de realismo mágico alentado por sus estudios de simbolismo y su interés por la alquimia espiritual del ser, la cábala, la psicología junguiana” y la imaginería medieval. Acaso esta visión mítica provenga de su ascendencia indígena, ya que su bisabuela, a la que le dedicó una novela, Palabras de lluvia, nació, a finales del SXIX, en la selva peruana de Ucayali y del aliento celta de sus ancestros asturianos.

            Reflexiones de calado místico como la vida y la finitud, lo trascendente, la herida primordial, son ejes en su literatura que especialmente se observan en Palabras…, donde la presencia de Teodosia Davila Maceda, la protagonista, evoca las enseñanzas de los pueblos originarios de Perú, que restauran la conexión con los espíritus de las montañas (Apus), el mar (Mamaqocha) y la tierra (Pachamama). También, estos temas se desarrollan en Diosas del silencio, un homenaje a la figura de la mujer desde diversos rostros en el tiempo, y es una búsqueda de la Diosa primordial.

            Una premisa en su trabajo entiende lo creativo como un camino hacia lo divino en el ser. En esa índole ha creado Ütero, una serie de 54 cartas ilustradas por ella misma donde el proceso artístico es la vía para responderse a las preguntas más profundas a través de haikus, poemas y acuarelas. Inspirado, pero sin formar parte, de este corpus, el poema que presentamos, “Ütero”, escrito con diéresis, como dice la autora, para simbolizar, a través de este signo, “un lugar fértil coronado por sus Ü semillas”, representa ese espacio universal desde el que se renace a partir del dolor y el miedo ante la posibilidad de la muerte debido a un virus desconocido.

            Coherente con su poética, el simbolismo en el texto abre la puerta “hacia el inconsciente y cada palabra es una conexión con nuestra esencia”, afirma la escritora.  El texto propone un retorno a la Fuente Primordial. Es un viaje simbólico “al lugar que acoge las preguntas y en el que se gestan las respuestas”, como dice Menéndez, a través del Ütero-semilla, que es el nido femenino de la vida, contenedor y conducto, a la vez, del “Kawsay”, que en quechua significa “aliento de la vida”. Es un trayecto circular, que implica la transmutación alquímica: la materia, a partir de la sombra viral, es la sustancia negra o nigredo, dirían los alquimistas, que teme; posteriormente, el dolor purifica, albea, dicha materia; finalmente, esta retorna al fuego de la creación, o rubedo, para convertirse en oro, lapis aurea, y renacer.

            Cabe señalar que el concepto de “kawsay” es similar al de la Shejiná, palabra hebrea que significa “aliento divino” el cual ilumina el ütero-atanor, por lo que también el poema es un homenaje al sagrado femenino que tanto interesa a la autora.

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Ütero

 Cristina M. Menéndez Maldonado

 

Afuera ruge la tormenta, se corona lo incierto, el miedo es rey.

Vasallos de inconsciencia danzan en el caos, dormidos frente a la única puerta.

Llenar el silencio, taponar los sentidos, apagar el instinto.

En el centro, el hijo de Pasífae espera hambriento una nueva ovación.

Devora, insaciable, la carne dormida e insípida.

 

Dolor, inconsciencia…

 

Adentro se amamantan sueños, se doblegan batallas, se recosen costuras.

Duele la carne, y en mi guarida, cobijo el miedo para despertar todo lo que pesa.

Aquí, en la sombra, en el hueco nutricio, sostengo la vida, el pulso rebelde tiembla aún.

Mi savia destila océanos, ríos que alimentan la noche con puertas nuevas.

Mi consciencia hilvana sueños frente a un mundo ciego y dividido; la inercia de lo

maquinal.

 

Ojos que miran por dentro, mapa lunar…

 

Por fuera se elevan murallas, se manchan razones, se encumbran mentiras.

Ignoran el laberinto que les atrapa, el grito de la vida ruge sin dientes en el vacío.

Sus tullidas alas arañan a la muerte con garras de hielo; perfiles que gotean, incurables

sobre el cenagal.

Insisto, por dentro… rebaso límites, mi Ütero late, guirnalda de sangre, corazón floral.

El caldero rebosa macerando la miel, el veneno, la espina, el pétalo.

 

Se tejen y destejen sombras acunadas por la luz.

 

El Grial Sagrado atiende su canción; cielo, tierra, prendidos de una nana.

La savia se cristaliza en una sola lágrima que nace, muere y vuelve en el olvido.

Los templos enmudecen ante la chispa; son rocas sin pulso, vanos altares sin misterio.

La perla está en su hambre, en la herida que busca, en el empuje desolado y sin

nombre.

La hoja sueña, arrojada del brillo de sus astros.

 

Rendición y llave…

 

El Kawsay late aún en la agonía de su cáscara.

De sus cenizas nacen lunas nuevas, solsticios, equinoccios, trígonos, tránsitos.

El fénix hiere con sus garras la víscera, la sangre es soplo nutricio para su vuelo.

El Ütero prepara la tierra para la levedad, otra vez.

En sus semillas insiste, persiste…el pálpito, la llave, la pregunta, la vida.

 

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Se destaca que la ilustración del poema homónima a su título, realizada por la escritora, nos ofrece también coincidencias y múltiples lecturas puesto que mucho recuerda a la miniatura realizada por la monja visionaria del Sxii Hildelgarda de Bingen, titulada El macrocosmos, que está incluida en su tratado espiritual Scivias, que alude al huevo primordial del origen. En lecturas herméticas contemporáneas, de acuerdo con El diccionario de los símbolos, de Juan Eduardo Cirlot, la iluminación (pintura) de la alemana Hildelgarda, representa la Hylé o sustancia primordial de la creación. Asimismo, en interpretaciones actuales, como las de la médica Victoria Swift, quien ha atendido algunos de los conceptos medicinales de la llamada Sybilla del Rhin, la miniatura representa la imagen del parto, de la vida naciendo.

Datos biobibliográficos:

Cristina M. Menéndez Maldonado (1969) es narradora, periodista y guionista española Ha publicado novelas como Palabras de lluvia (Madrid, 2013), seleccionada por el New Spanish Book de Reino Unido (2018) y por el Book of Spain (2020) , Diosas del silencio (Madrid, 2015), El vendedor de abanicos (Madrid, 2019), diversos volúmenes de cuentos infantiles ilustrados, el libro juvenil El alma de la armonía (Madrid, 2013), que es un recorrido por la vida de Vivaldi y el libro ilustrado Diario de una artista (2013). Ha participado en antologías como El señor de las especias y otros relatos (Madrid, 2017).

Es guionista y realizadora del cortometraje Desde el silencio. Mujeres judías en la España Medieval, que ha obtenido el premio al Mejor Corto Documental en el Festival Cencor 2019 y ha sido finalista en el Festival de Calella 2020 y en el Film Festival & Prison de Daroca 2020.

 

Curaduría y presentación de textos por Claudia Posadas.

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