
No dejes entrar al bosque… … ya está dentro de ti

En un mundo donde las voces de la comunidad LGBTIQ+ resuenan con fuerza y valentía, No dejes entrar al bosque (V&R Editoras, 2025), de C. G. Drews, emerge como un relato imprescindible, oscuro pero lleno de significado. Más que una historia de suspenso y horror, se trata de un espejo que refleja nuestras heridas, nuestras luchas y la búsqueda eterna de identidad en un entorno que, muchas veces, parece hostil.
Imagina a un joven escritor, obsesionado con las historias de terror, atrapado entre su propia mente y un bosque encantado que cobra vida. Este bosque, lleno de monstruos tangibles, también está plagado de sombras invisibles: miedos no dichos, batallas emocionales, secretos que acechan en la penumbra; además, refleja nuestros propios miedos no enfrentados, la ansiedad y la depresión que nos acompañan en el proceso de descubrir quiénes somos.
Este joven escritor es Andrew, un creador de cuentos de hadas —pero no de esos bonitos o entrañables, sino de los que se cuelan en tus pesadillas— cuya historia se entrelaza con la de Thomas y la de su hermana gemela, Dove. Juntos construyen relatos que parecen cobrar vida, historias que se vuelven más sanguinarias, más siniestras, más reales de lo que jamás imaginaron.
Hasta que un día, Thomas llega con su suéter manchado de rojo, como si fueran rastros de sangre; entonces los rumores empiezan a circular: ¿habrá asesinado a sus propios padres? ¿Es un sádico que los ha arrastrado al bosque? Para Andrew sólo son habladurías… pero la verdad, mucho más aterradora, acecha en las sombras.
Mientras sigue a su amigo una noche, Andrew descubre algo siniestro: sus propias creaciones, seres de tinta, han cobrado vida y son más sanguinarios que en sus historias. La pregunta que acecha en la penumbra es: ¿quién ha traído a estos seres al mundo? ¿Cómo detenerlos? ¿Será que la única salida es acabar con sus propios creadores?
Lo que comienza como un relato de horror se transforma en un espejo en el que observamos nuestras heridas más profundas.
No dejes entrar al bosque nos recuerda que pedir ayuda no es una debilidad, sino un acto de valentía. Además, nos invita a reconocer nuestras heridas, enfrentarlas y sanarlas, incluso cuando sólo hay un camino sombrío frente a nosotros. Porque, al final, todos llevamos un bosque dentro, lleno de monstruos y secretos, que únicamente podemos iluminar cuando lo enfrentemos.
Este libro también nos enseña que desafiando nuestros miedos, aceptando nuestras heridas, podemos encontrar la fuerza para seguir adelante. Es una historia que combina horror, emoción y esperanza, una invitación a reflexionar sobre quiénes somos y qué buscamos en medio de la oscuridad. Porque, al final, nuestras historias y nuestras voces son las que nos hacen libres, las que nos guían hacia la luz en medio de la noche más profunda.+