La literatura es un juego: Entrevista con Dante Liano

La literatura es un juego: Entrevista con Dante Liano
24 de diciembre de 2019
Herles Velasco

Réquiem por Teresa de Dante Liano, es de acuerdo con sus editores, “un retrato de una Guatemala en que los estratos sociales, el tinte político y la cultura machista normalizada enmarcan una historia de familia. El narrador cuenta su relato en el transcurso de una tarde de copas, en un bar en el que canta un imitador de Elvis Presley: las canciones clásicas del ídolo del rock se entremezclan con la terrible historia de Teresa, la hermana del protagonista…” A través de los ojos de Teresa, contemplamos la frustración de una mujer; y si miramos más de cerca también la de una sociedad y un continente.

Dante Liano es un escritor y crítico literario guatemalteco, dos veces finalista del premio Herralde de Novela, es uno de los autores mas relevantes de su país en la actualidad, y en esta ocasión nos comparte un poco sobre su más reciente novela, editada por el Fondo de Cultura Económica.

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¿Réquiem por Teresa es una historia del llamado tercer mundo?

Este libro es una metáfora, Teresa funciona en ese sentido; no sólo hablando de América Latina, sino cualquier lugar que ha sido sometido a una colonización.

Esto lo representa la figura del militar, y en contraparte tu país de origen: Guatemala.

Sí, al potente, al que abusa de su poder para explotar, lastimar y destruir al que está en desventaja. He escrito de cosas específicas de Guatemala, y aunque pareciera muy particular, suceden en muchas partes, quiero que el lector haga la historia suya. Cuando los escritores latinoamericanos escriben sobre dictaduras, pareciera que es un género muy de nuestra región. No olvidemos a Salazar en Portugal, a Franco en España o a Mussolini, en Italia. En Latinoamérica no tenemos esa particularidad de lidiar con dictaduras. Hay culpas que no son sólo nuestras.

¿No podríamos decir que tu antagonista es también una víctima de las circunstancias?

Tenemos que decir, sin duda, que este antagonista, el militar, es un tipo que también sufre; sufre y hace sufrir, y aunque eso lo no hace una víctima; aun así, es casi imposible no reconocer tanto dolor. Y si fuera una víctima, lo sería de las estructuras sociales, sí.

Hay sin duda, como lo mencionas, una crítica también a los esquemas establecidos socialmente.

Pienso por ejemplo en el asunto de la infancia. No creo en las infancias totalmente felices, aunque nos hacen creer que es una etapa idílica; normalmente a nadie le gusta que le digan que hacer; los niños en realidad quieren dejar de ser niños para empezar a hacer lo que quieran. Si a eso le agregamos que en las escuelas se les anula su individualidad. No hay estructuras que funcionen de manera idílica.

¿La derecha y la izquierda tienen la misma propensión de caer en estas situaciones de llevar a las sociedades al sometimiento, esas culpas son equitativas?

Tenemos una tendencia, esa sí hispánica, de seguir caudillos. Pensemos en el Cid campeador, no soy un estudioso de la política, creo que la solución del líder máximo no soluciona mucho. Tenemos que pensar en que cada uno es responsable de cumplir con lo que le corresponde más allá de lo político, eso sí que termina constituyendo a una nación. En Europa pareciera que cuando hablamos de estos temas, hablamos sólo de Latinoamérica.

Sin embargo, hoy en Europa hay una tendencia hacia las derechas; esta altivez europea pareciera entonces ficticia, recordemos que vives en Italia y tienes muy presente el pensamiento europeo.

Es el péndulo de la historia, la historia se mueve en espirales, la historia vuelve cargada de todo aquello que también ya se vivió. Vamos hacia adelante pero no de manera lineal, eso pasa no sólo en Europa.

El lenguaje de Réquiem por Teresa es muy particular, con muchos regionalismos. Un asunto que muchos escritores tratan de “limpiar” para contar historias en un español más neutro.

Es una novela muy oral, coloquial, quise buscar que se los personajes se comunicaran con base en el lugar en que están. No tengo temor de que la novela no sea entendida a cabalidad, cierto, está llena de guatemaltequismos. También es cierto que tenemos la capacidad de dar un significado de manera contextual. Yo leía en mi juventud a José Agustín, que utilizan lenguaje muy colorido, mexicano, y terminé entendiendo en algún momento sus escritos. Toda lengua coloquial a través de la literatura, se vuelve lengua literaria, adquiere dignidad literaria. La riqueza de una lengua se mide en su literatura, se trata de crear con la lengua que yo hablo una lengua literaria. Un escritor debe escribir incorrectamente, violar las normas. La poesía de Vallejo no es directamente comprensible en su lenguaje; hay un nivel de comunicación en la poesía que es inconsciente, va de alma a alma.

¿Es Réquiem a Teresa una historia real?

La literatura es un juego. El escritor es un embaucador, un mentiroso, que te cuenta una historia y quiere que creas que es real; si eso sucede, el escritor ha logrado su cometido. La verosimilitud y el pacto de la suspensión momentánea de la incredulidad. Si la pregunta es que, si estos hechos provienen de sucesos reales, la respuesta es sí. Un escritor escribe de aquello que conoce, por eso Borges escribe sobre bibliotecas, eran su vida, su realidad; toda literatura proviene de una realidad, eso incluye las pesadillas, que son una realidad mental; por supuesto, también se crean nuevas realidades, construimos lo cotidiano en algo maravilloso. La metamorfosis de Kafka es una historia de la realidad, de su realidad específica.

Al final pareciera que hay una visión pesimista del mundo y la sociedad.

La experiencia de vida trae consigo mucho dolor, pienso en Schopenhauer que explica como el dolor ajeno nos provoca cierta “alegría”, y la alegría ajena una especie de “envidia”. La empatía es a veces más compasión que otra cosa. La felicidad es un invento moderno que tiene que ver con el consumismo y el materialismo; el ideal, antes de estos tiempos, era el paraíso, al que llegabas únicamente después de la muerte. No sé si soy pesimista, pero sí tengo claro que la felicidad se suele buscar o construir desde lo negativo. ¿Qué es la felicidad? ¿La ausencia del dolor? ¿La ausencia de enfermedades? ¿Eso es felicidad?

El materialismo que mencionas incluye la acumulación de bienes como parte de esa felicidad.

Y en esto Estados Unidos es un experto, la abundancia de lo material es una búsqueda constante, es la manera de demostrar que somos felices. Hay países en el norte de Europa que, aunque tienen cierta abundancia, enseñan que el camino de la felicidad tiene que pasar por un acercamiento con los demás, con cierta solidaridad, con una especie de bienestar común.+