Bastardos sin gloria
Capitulo 1: La anécdota
Concatenación de sucesos que se van entrelazando para hacer de una simple anécdota, una increíble narrativa pop que muestra de manera cuidadosa y sangrienta a personajes, género, referentes culturales y una vendetta fílmica sólo posible gracias a la irónica mente de Tarantino.
Es la Segunda Guerra Mundial. Los nazis ocupan Francia, no han parado su cacería y Hans Landa un oficial de la SS tiene una misión muy precisa. Corte A: un grupo de ocho judíos terriblemente enfadados llegan a dicho país comandados por Aldo Raine “ El Apache”. Su único cometido: asesinar nazis. Un cine en Paris. Una mujer con excelente memoria. Un héroe alemán. Goebbels llevándolo a la pantalla grande y una conspiración por venir.
Capitulo 2 : El director
Uno de los grandes contemporáneos de lo que se podría llamar el cine POP. Unos (exquisitos) dirán que es un farsante ya que lo único que hace es robarle ideas a japoneses, coreanos e italianos y dejarlas en un formato comprensible. Todo lo contrario. Su cine está honestamente lleno de referentes y no lo esconde.
En su discurso pululan sin parar -desde el primer hasta el último filme -, homenajes a directores, escuelas y actores que construyeron su cultura y amor al cine. Tarantino “ama hacer películas” y no se avergüenza de que su cine esté lleno de “guiños”. Pop hasta la muelas, Tarantino es uno de los directores de cine que han logrado re-mediar su muy particular entorno y desde un pequeño nicho, hacer un cine con propuesta. ¿Cómo hacer una película de la Segunda Guerra Mundial de manera original y genuina? Bastardos sin gloria es la muestra.
Capitulo 3 : El Reparto
Una de las cosas que identifican al cine de Tarantino es que sus personajes son muy “personajes”. Me explico antes de que le escupan a la pantalla mientras leen. Es decir, son más personajes que personas, tienen muecas, características únicas, rasgos físicos evidentes y en algunos casos rallarían en la caricatura.
En este filme hay un gran trabajo de casting para encontrar a dichos personajes (ojo, revisar las características especiales), obvio la aparición de Brad Pitt, la maravillosa Mélanie Laurent, los homenajes a Rod Taylor (Los pájaros), Bob Svenson y Enzo Castellari director de la original Inglourious Bastards (Quel maledetto treno blindato). También aparece un gran cómplice de Tarantino: Eli Roth; pero por encima de todos, Christoph Waltz y su extraordinaria actuación que lo hizo acreedor entre muchos premios al BAFTA, Globo de Oro y el Oscar. En resumen, actores apasionados y comprometidos con su director.
Capitulo 4: La crítica
No es (y por mucho) la mejor película de Tarantino. Eso lo sabemos, pero sí es una entrega muy aceptable, divertida, sangrienta, pero sobretodo diferente. Accesible pero completa, llena de matices (como los carteles de filmes de aquella época) pero ensamblada, un excelente trabajo de investigación, pero nada aburrida. Un filme que tiene por momentos la magia de otras películas del director, pero sin la presión de buscar ser de culto. Quien ya la vio, coincidirá que la secuencia de la campiña francesa y el oficial Landa es una joya; y quien no, tendrá que poner especial atención. Valió la pena, en su momento, el viaje al Festival Internacional de Morelia para verla, valió la pena comprarla, valieron la pena los 153 minutos de duración. Bastardos sin gloria pero con el reconocimiento de muchos que gustan del cine sin prejuicios pero con harta inteligencia. Esperaremos atentos la precuela.
Capitulo 5: Edición Especial
Este DVD tiene Características Especiales particularmente buenas: una especie de mesa redonda muy divertida y casi surrealista entre Brad Pitt, Tarantino y Elvis Mitchell crítico de cine y presentador del programa The Treatment. Además, cosas curiosas como los saludos a la editora Sally Menke, los claquetazos, la versión completa y rodaje de Nation's Pride, un mini-reportaje de los originales Inglourious Bastards, un par de conversaciones con Rod Taylor (Los pájaros) y La Galería de Imágenes. Vale la pena por $36 pesos más que la versión normal.
Texto por Ricardo Farias de cinegarage.com