Capital de México, 1942. En un contexto de apagones programados y un país aún marcado por la posrevolución, la desaparición de Alicia Sierra, estudiante de química e hija de un prominente general, sacude la ciudad. Su ausencia inicial parece un misterio aislado, pero pronto se transforma en una investigación siniestra, capaz de revelar la cara más oscura del poder y de la vida cotidiana.

La única pista apunta a un brillante alumno de posgrado que le da clases particulares. Él asegura no saber nada, pero los gestos lo delatan. La tensión se dispara cuando, en el jardín de su casa, aparecen los restos de varias mujeres sin identificar. La policía, convencida de haber atrapado al asesino que venía persiguiendo durante meses, se enfrenta a la aparición de otro cuerpo, mientras los altos mandos gubernamentales presionan por resultados inmediatos.

En este escenario, la narrativa de Norma Lazo combina la intriga criminal con un retrato social y político: la Ciudad de México aparece como un personaje más, con calles iluminadas a medias, apagones estratégicos y una atmósfera cargada de sospecha y miedo. La autora logra sumergir al lector en un tiempo y un espacio que evocan tanto la realidad histórica como un clima de thriller psicológico.

El lector acompaña a dos mundos paralelos: el de la prensa y el de la policía. Por un lado, el veterano reportero Haghenbeck y el joven fotógrafo Manuel “el Pollo” Artigas, ambos determinados a desentrañar el misterio; por otro, las agentes Ana Terán y Leticia Ordóñez, que intentan resolver el caso desde la investigación formal, cada una con sus propios métodos y convicciones. Entre ambos bandos, la narrativa mantiene un ritmo tenso y vertiginoso, en el que cada hallazgo parece acercar más al lector a la verdad, sin que esta llegue a ser nunca completamente clara.

Con La visible oscuridad, Norma Lazo entrega un thriller potente y obsesivo, donde la historia y la ficción se entrelazan para explorar no solo la violencia y la paranoia, sino también la complejidad del poder y la mirada humana frente al horror. Cada página retuerce, fascina y atrapa, recordando que la luz puede ser tan engañosa como la sombra que proyecta.

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