“Mi infancia es una calle y otra calle y otra calle”. Así, Morrissey inicia su autobiografía, misma que nos guía a través de las tres etapas en las que podríamos dividir su vida: la dura infancia e incomprendida adolescencia, la explosiva y fugaz era con The Smiths y el inicio de la vida adulta con una carrera en solitario llena de altas y bajas.
Una infancia llena de despedidas
Un punto clave de este libro es que nos hace sentir, oler y visualizar a la perfección lo que cuenta. Sobretodo en la primera parte, cuando nos dibuja cada escena del paisaje de Inglaterra de los sesenta y setenta.
Algunos dicen que un artista crea su mejor obra cuando se encuentra en el fondo de la tristeza. Para Morrissey, este proceso fue lento y doloroso. Desde muy niño se enfrentó con la dura realidad. Con las despedidas tempraneras. En fin, con la muerte de gente de su al rededor.
Al tener dificultad para relacionarse con otras personas, encontró refugio en la música y en la televisión. De hecho, de no ser por sus breves relatos que cuentan cómo consiguió su primer álbum o a qué conciertos asistió, de repente olvidamos que estamos en una historia sobre Morrissey y no en una novela de época llena de tristeza que habla sobre lo dura que puede ser la vida.
Marr y Moz, la dupla del siglo
Sin tener un aviso previo, Morrissey deja de hablar de su pasión por artistas como New York Dolls para comenzar a contar su arrollador inicio en la música. El nombre de Johnny Marr comienza a tomar protagonismo entre las páginas y de pronto estamos ahí, en el amanecer de los Smiths.
Giras, sesiones de grabación, un montón de personajes famosos al rededor, disqueras, fans descontrolados, difamaciones y la vida debajo de los escenarios. En ocasiones, existe una sensación de que Morrissey quiere ser lo más breve posible con este capítulo de su vida, pese a que es el que más le interesa a la mayoría.
Así inicia la leyenda
Lo que rápido llega, rápido se va. Así fue la historia de The Smiths. En un párrafo estamos sumergidos en las sesiones de grabación de “Strangeways, Here We Come” y en el siguiente, estamos siendo testigos del inicio de una carrera en solitario por parte de Moz.
Para este punto, descubrimos que justo como el autor menciona: “se cuenta lo que se canta”, y es que, el libro está lleno de citas de sus propias canciones (ya sea en solitario o en The Smiths), citas que son un reflejo de su realidad.
Dicha realidad, pese a no ser la de un rockstar, es sumamente interesante y más de una vez, regresarás párrafos y hasta páginas para tomar el verdadero contexto de todo lo que se revela.
Al ser el autor del libro, Morrissey no se detiene a explayarse en situaciones que aún le hacen eco. Por ejemplo, la demanda de Mike Joyce reclamando el 25% de las ganancias años después de que The Smiths terminara.
De conciertos infinitos y vivir por el mundo
La recta final de la autobiografía de Morrissey es una joya. Se trata de páginas y páginas llenas de datos curiosos sobre giras, músicos que forman parte de la banda y famosos que interactúan en el mundo del cantante. Historias entrañables para los más sentimentales. Momentos que marcan de por vida para los que gustan del drama. Y sí, muchas palabras de amor para México, uno de los países favoritos de Moz.