Ecos industriales: Entrevista con Eduardo Sacheri
“Me llaman a la casa a las seis de la mañana, desde España, y me dicen. Era la tercera vez que lo intentaba. Cuando alguien te llama dos semanas antes y te dicen que tal día necesitan que esté con un teléfono a la mano, uno dice puede ser, pero como otras dos veces no había sido, mi nivel de expectativa era voluntariamente bajo para no desilusionarme”.