La palabra mágica. Una conversación con Marichel Roca

La palabra mágica. Una conversación con Marichel Roca

Desde hace algunos años, Marichel Roca se dedica a la literatura infantil. Su nuevo libro: Maxolota y la palabra mágica (Trillas, 2024) pone el bullying en el centro de la historia y, gracias a la maravilla de contar cuentos, abre una posibilidad definitiva: la posibilidad de que los niños y los padres compartan un momento con la fuerza necesaria para romper el silencio e iniciar una larguísima conversación. Platicar con Marichel era importante.

Lee+: Acabas de publicar un nuevo libro infantil que tiene como protagonista a una ajolota con todas las de la ley. Tenemos que estar de acuerdo en que esos animales son extraños, muy extraños. ¿De dónde te llegó la pasión por ellos?

Marichel Roca: Los ajolotes son fascinantes… es más, creo que son seres mágicos y por eso siempre había tenido la ilusión de convertirlos en protagonistas de una de mis historias. Y esta fue perfecta, porque este libro se desarrolla precisamente en Xochimilco. Yo estoy convencida de que, si hay algo que verdaderamente nos representa, son las trajineras. Lamentablemente, los ajolotes ya no se encuentran de manera natural en los canales, pero podríamos decir que son originarios de ahí.

Lee+: Pero también haces una apuesta fuerte por el náhuatl… 

Marichel Roca: La verdad es que en algún momento me puse a pensar que los padres invertimos mucho en la educación de nuestros hijos. Por esta razón buscamos que aprendan otros idiomas, como el inglés o el francés, por ejemplo. Sabemos que estos son útiles y necesarios en la actualidad. Sin embargo, tenemos otros idiomas que nos acercan a nuestras raíces y también son muy importantes. En nuestra vida diaria usamos muchas de las palabras en náhuatl sin darnos cuenta de su origen. Entonces me di cuenta de la importancia de volver a los idiomas originarios. Estoy convencida de que es súper importante mantener nuestras tradiciones. Siento que en nuestro país hay un poco de malinchismo: a veces nos encanta todo lo que viene de afuera y nos olvidamos de que aquí también hay cosas increíbles. Lo que sucede con el Día de Muertos o con otras fiestas tradicionales es un buen ejemplo de esto. 

Lee+: Sin embargo, Maxolota y la palabra mágica va mucho más allá de las tradiciones, en sus páginas es notoria la presencia del bullying. 

Marichel Roca: Tienes razón, el principal enfoque de la historia es hablar sobre el acoso escolar. El bullying es fuerte, es importante. No porque sea nuevo, pues siempre ha existido. Creo que algo que los padres no hacemos bien es enseñar a nuestros hijos a respetar sus instintos, a respetar lo que les dice su cuerpo. Los niños tienen que aprender a escucharlo y, por supuesto, tienen que aprender a decir “no” y a poner límites desde que son pequeños. Eso es crucial. 

Lee+: Pero aquí en México nos cuesta mucho trabajo decir “No”… 

Marichel Roca: Eso es algo que yo también padezco. El tema es que me cuesta decir que no y, para terminar de complicar las cosas, a la gente no le gusta que le digas que no. Lo toman como una ofensa y parece que los insultas. Creo que eso no está bien y que todos deberíamos aprender a valorar la importancia que tiene o puede tener una negativa.

Lee+: ¿Y cómo le hago para aprender a decirle que no a alguien? 

Marichel Roca: La verdad es que no es fácil, pero Maxolota y la palabra mágica es un libro que puede ayudarte. Gracias a él podrás adquirir autoestima, ese poder que te da la seguridad para decir no y aprender que, si utilizas esa palabra, no va a pasar nada o no debería de pasar nada. Incluso vas a aprender a mantener y respetar los límites. 

Lee+: ¿Cómo relacionas tu nuevo libro con los anteriores? ¿Qué nexos existen entre este y otros como Drilo: mamá y papá ya no viven juntos o Lula y su amiga Tilica? 

Marichel Roca: Los relaciono porque siempre me gusta abordar temas complicados. El libro es una herramienta fundamental para tratar este tipo de temas. Escribí un libro sobre la muerte con el deseo de que pueda abordarse de una manera natural. En el caso de Drilo me dediqué al divorcio y la separación de los padres. Me gusta la idea de que aprovechemos el libro para que los niños y los padres sientan que están teniendo una conversación. La gente piensa que escribir una novela larga es algo muy complicado. No le quito el mérito, pero también es muy complicado contar una historia en pocas palabras. Ahora, gracias a Maxolota y la palabra mágica los lectores pueden descubrir que sí existe una palabra mágica que se puede usar para romper las barreras y ganarse el respeto de todos.+