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Fernando Pessoa y su baúl

Fernando Pessoa y su baúl

Fernando António Nogueira Pessoa desde pequeño vivió las constantes mudanzas con su familia. La primera fue la carencia de dinero la que exigió que se cambiaran a una casa más modesta, pues su padre, Joaquim de Seabra, falleció de tuberculosis cuando el pequeño Fernando contaba con apenas 5 años. Este acontecimiento obligó a su madre a llevar el sustento a casa, hasta que se casó nuevamente.

Pessoa cultivó la escritura desde muy temprana edad, aunque no siempre publicó tanto como escribió. Ingresó en la actual Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa para estudiar literatura, pero antes de concluir su primer año la abandonó porque estalló una huelga estudiantil.

Continuó escribiendo y comenzó a construir sus heterónimos, así como conservó vastas cantidades de textos que no publicó: en un baúl que dejó como vestigio de sus constantes mudanzas, se encontraron “más de 25 mil hojas manuscritas y dactilografiadas. ¡Sus poemas! ¡Sus pensamientos! Ahí se guarda lo extraordinario del oscuro oficinista que nos ocupa, quien en el nombre lleva la penitencia.

Pessoa (persona, en portugués) asume diversas personalidades para escribir. Firma con distintos nombres: Álvaro de CamposAlberto Caeiro, Ricardo Reis, son los más célebres. En vida apenas publicó “Mensaje”, una plaquet de poemas, y algunos sueltos en revistas. A su muerte, se destapó el arca y se descubrió el tesoro que conservaba: los poemas, para muchos, más grandes que ha dado el siglo XX.

El baúl mágico de Pessoa contenía cartas, libros inconclusos, poemarios, escritos, reflexiones, diarios, confesiones, estrofas y los sobres que contenía el Libro del desasosiego, publicado a la postre.

Fernando Pessoa murió el 30 de noviembre de 1935 en Lisboa, Portugal.+