Dolores Redondo: la psicóloga de la muerte
Las novelas de Dolores Redondo han tenido un éxito indiscutible, su mystic noir —como le llama al género que practica— no solo se ha ganado un lugar en los libros, sino también en el cine y las series. Actualmente, La cara norte del corazón está en desarrollo como una serie en Hollywood. La publicación de Las que no duermen obligaba a adentrarnos en una historia donde lo real y lo maravilloso, el crimen y la psicología forense, se unen sin estorbos.
Lee+: ¿Qué te llevó a escribir Las que no duermen? ¿Cómo fue que te decidiste a tratar el tema que la anima?
Dolores Redondo: Las que no duermen tiene una base real. La historia con la que comienza es la de un grupo que va a las montañas buscando lugares relacionados con leyendas, especialmente las de brujería. Por esta causa entran a una cueva y, en el fondo, no encuentra una bruja. Ahí descubren un cadáver casi reciente. Es el cuerpo de una joven que desapareció y por ese delito ya hay una persona en prisión.
Esta es una historia real: en 2016, una antropóloga forense bajó a esa cueva con la intención de desmitificar una leyenda. Se decía que ahí habían tirado brujas a lo largo de la historia y que la más reciente había sufrido este castigo en 1936. No estamos hablando de hace cuatro siglos: son los primeros días de la Guerra Civil española. En esa época se cometieron muchos asesinatos por motivos que nada tenían que ver con la guerra: la gente aprovechó los primeros días del conflicto para darle rienda suelta a la venganza, y esto parece ser lo que le pasó a esta mujer. La antropóloga también halló un cadáver reciente: el de un joven que llevaba unos años desaparecido. Posteriormente siguió cavando y encontró huesos de niños y los de una madre. Lo más sorprendente es que probablemente este crimen se cometió por la sospecha de que esa mujer era una bruja. Los lugareños la odiaban y le tenían miedo.
Lee+: Dentro de la novela, mezclas elementos de ensueño y hechos reales. ¿Cómo lograste su equilibrio sin perder el hilo de la historia?
Dolores Redondo: Creo que esto se debe al lugar donde situé la novela. En ese escenario, como en la vida real, hay elementos mágicos que trascienden y se integran en la realidad, como en el caso de esta mujer, o en los otros casos que han inspirado algunas de mis novelas que se han desarrollado en este mismo lugar. Es un lugar con una gran tradición mágica, de brujería, y por eso muchas veces los crímenes que se han cometido en la zona tienen ese toque mágico en sus raíces o sus motivaciones.
Lee+: El título, Las que no duermen, es muy sugerente. ¿Qué simbolismo tiene y cómo se relaciona con la esencia de la historia?
Dolores Redondo: Las que no duermen es un homenaje a la mujer, a la inquietud femenina que ha costado vidas a lo largo de los siglos. Se dice que en la Edad Media a las mujeres no se les permitía estar despiertas por la noche. Si se despertaban antes del amanecer, tenían que rezar hasta quedarse dormidas. Se pensaba que el diablo podía entrar más fácilmente en ellas y lo mismo sucedía con los espíritus malignos de la noche. Sin embargo, lo que realmente estaba prohibido para las mujeres era pensar. Las que no duermen rinde homenaje a ese espíritu y a la sororidad.
La protagonista de la novela actúa de una manera muy parecida a lo que ocurrió en la historia real. Ella se muda a esa población y tiene que integrarse para llevar a cabo la investigación. Una investigación que, además de todo, espero que los lectores encuentren original. Para mí lo es porque ella no es policía. Es una psicóloga forense, una profesora, y la manera en que lleva a cabo la investigación no tiene nada que ver con la forma en que lo haría una policía. De hecho, hay un momento al principio de la novela donde ella misma acepta que no es policía, que no puede llegar la casa de alguien y obligarlo a hablar con ella; no puede llevarlo a una comisaría ni forzarlo de ninguna manera. Pero, lo que en verdad la hace original, es que se transforma en la psicóloga de una muerta. Ella se adentra en su mente y lo hace a través de todas las cosas que dejó esa niña: su teléfono, su computadora, su ropa, la música que escuchaba, la comida, lo que eligió, sus amigos, su novio. Nash se convertirá en la psicóloga de una muerta e intentará entenderla. Solo desde la perspectiva de la víctima podrá descubrir qué sucedió. +