Rosa Montero y sus 10 claves para escribir bien
Hace algunos años, la escritora española Rosa Montero dió un cibertaller de escritura en el periódico EL PAÍS durante la Feria del Libro de Guadalajara. Durante las sesiones charlaba con los lectores sobre los entresijos de escribir. Montero se estrenó con el método de la creación literaria y en este cuestionario revela 10 claves para escribir bien.
¿Para qué se escribe?
“Uno no escribe para decir nada, sino para aprender algo. Escribes porque algo te emociona y quieres compartir esa emoción. Y tú sin duda sientes esas emociones que son más grandes que tú, y por eso quieres escribir, ¿no? No se trata de soltar mensajes sesudos”.
¿Cómo empezar?
“Toma notas de las cosas que te llamen la atención o te emocionen. Y déjalas crecer en la cabeza. Luego, escribe un cuento en torno a una de las ideas… Para hacer dedos, también hay ejercicios. Por ejemplo, escribe un recuerdo importante de tu vida contado por otra persona. Puedes hacer ejercicios como escribir algo que hay sido muy importante en tu vida, quizá en tu infancia, pero contado desde fuera por un narrador real (por ejemplo un tío tuyo) o inventado, e incluyéndote como personaje”.
¿Cómo enfrentarse a la página en blanco?
“Llamar la atención’ es el primer paso. El huevecillo. Déjalo crecer en la cabeza… Juega a imaginar en torno a eso. Consecuencias de los hechos, posibilidades… Se escribe sobre todo en la cabeza. Y cuando tengas más o menos una historia, escríbela.
En cuanto a la rutina, depende del escritor. Tienes que encontrar tu método. Yo no tengo rutinas horarias, pero para escribir desde luego tienes que trabajar. Siempre es bueno forzarte a sentarte todos los días un rato, aunque no sea a la misma hora, y aunque no escribas nada”.
¿Es bueno escribir sobre uno mismo?
“Hay escritores que hablan de su propia vida, pero que son tan buenos que consiguen convertirla en algo universal (como Proust o Conrad en El corazón de las tinieblas) y otros que cuentan cosas que no tienen nada que ver con ellos en apariencia, pero que las sienten como propias. O sea, que es un problema de calidad…. Si eres bueno, aunque narres algo real, harás algo universal. Eso sí, creo que hay más posibilidades de hacer mala literatura si escribes de tu propia vida, sobre todo si eres un autor joven. El autor joven siempre escribe de sí mismo aun cuando hable de los demás, y el autor maduro siempre escribe de los demás aun si habla de sí mismo. Ése es el lugar que hay que ocupar. La distancia con lo narrado. No importa que el tema sea ‘personal’ si lo escribes desde fuera”.
¿Cómo se elige el nombre de un personaje?
“Los personajes suelen traer su propio nombre. ‘Escucha’ lo que te dicen. Es decir, escucha el nombre que se te ocurre al pensar en él. El escritor maduro es el que tiene la modestia suficiente para dejarse contar la novela o el cuento por sus personajes”
¿Qué hacer ante el bloqueo del escritor?
“Ah, sí, el bloqueo existe, sin duda. La seca, lo llamaba Donoso, porque se te seca la cabeza. Pero a veces no es un verdadero bloqueo, sino miedo, exigencia excesiva. No hay manera de escribir sin dudas: siempre se duda horriblemente. Se escribe a pesar de las dudas. Y el completo goce tampoco es tal…. A menudo escribir es como picar piedra”.
¿Y ante el embrollo de ideas que luchan unas con otras?
“Sí, ése es un problema. No has conseguido enamorarte lo suficiente de una idea. A veces me ha pasado. Creo que es porque le damos demasiadas vueltas racionales: ¿saldrá mejor esta historia? ¿O esta otra? Ponte frente a tus ideas, escoge la que más te emocione y olvida las demás”.
¿Es bueno juntar textos diferentes sobre el mismo tema?
“Me encanta que todas tus historias tengan relación. Pues no me parece mala idea intentar construir un todo con esos textos… Mira a ver si el conjunto te sugiere algo más. En estos casos, el todo tiene que aportar algo más que la suma de las partes…. Es un buen ejercicio”.
¿Hay que dejar dormir los textos?
“Tardo unos tres años en cada novela; el primer año, la historia va creciendo en mi cabeza, en cuadernitos, en fichas y grandes cuadros de la estructura, personajes, etc. Cuando ya sé todo, los capítulos que va a tener y qué va a pasar, me siento al ordenador, y vuelve a cambiar”.
¿Cómo encontrar el final de una novela?
“De nuevo, depende de las personas. A mí el final se me ocurre muy pronto y escribir es conseguir llegar a ese final… Pero a otros escritores se les ocurre el final mientras escriben, porque la novela es una criatura viva que te enseña. Déjate llevar. Es lo que hay que hacer”
Con información de EL PAÍS
MasCultura 23-ene-2017