El libro de las almas
James Oswald, autor de la serie de novelas policíacas del Detective McLean. Actualmente hay cinco novelas disponibles, Causas naturales, El libro de las almas, La canción del ahorcado, Huesos de hombres muertos y Oración por los muertos. El sexto de la serie, The Damage Done. También he escrito una serie épica de fantasía, La Balada de Sir Benfro. Los primeros cuatro están disponibles en todos los buenos minoristas: Dreamwalker, The Rose Cord, The Golden Cage y The Broken World. Además de estos he escrito guiones cómicos, historias cortas. En su tiempo libre se va a una granja con ganado, donde cuida al ganado y alimenta a las ovejas de Nueva Zelanda.
EL LIBRO DE LAS ALMAS
Cada año durante diez años, en Navidad, aparece el cadáver de una mujer joven, desnuda, con un corte en el cuello y con el cuerpo limpio…
Después de descifrar una serie de homicidios y suicidios macabros, el detective McLean tiene un par de asuntos que resolver: los recientes asesinatos de mujeres y varios incendios intensos que arrasan la ciudad. El responsable de los crímenes podría ser El Libro de las Almas, un antiguo manuscrito que, según la leyenda, lee a las personas y se apodera de su voluntad. Por otro lado, los edificios parecen incendiarse solos, en una aparente combustión espontánea, como si quisieran morir. McLean está resuelto a investigar ambos casos, pues le resultan dolorosamente personales: su prometida Kirsty fue la víctima y su departamento sucumbió ante un incendio sospechosamente parecido a los demás.
SÓLO ESPERE AFUERA DE LA OFICINA, TONY. ESTO NO TOMARA MUCHO TIEMPO.
“Las palabras resonaron en los oídos de McLean, mientras se sentaba en su silla de plástico moldeado. Se sintió como un escolar travieso a quien hubieran enviado con la directora, pero si ese era el caso, no sabía qué lo que había hecho el sargento Dunstone, sentado junto a él. El representante del sindicato o podía estarse quieto, jugaba constantemente con sus manos, miraba el reloj, abría la boca como si fuera a decir algo, para después cerrarla con un sonoro chasquido. Al otro lado de la puerta de la superintendente, Mcintyre, cerrada para variar, se podían escuchar los sonidos inconfundibles de una discusión, con voces que se elevaban y bajaban como olas. Las palabras eran incomprensibles; las emociones detrás de ellas eran muy claras”.
Mascultura 23-ene-17
James Oswald. El libro de las almas. Océano, 2013.