Perfil: Valentina Tereshkova

16 de junio de 1963. Del cosmódromo de Baikonur despega la nave Vostok VI. Son las 9:29:52. El objetivo: llevar a la primera mujer a la órbita terrestre. Valentina Tereshkova, de veintiséis años de edad, pasará dos días, veintidós horas y cincuenta minutos hasta completar cuarenta y ocho vueltas a la Tierra.

No es militar sino civil, antigua trabajadora de una fábrica textil y aficionada al paracaidismo. Tampoco es piloto: de vuelta al planeta ingresará a la Academia de la Fuerza Aérea de Zhukovski para graduarse, en 1969, como ingeniera espacial.

Durante la carrera espacial que enfrentó a los Estados Unidos y a la extinta Unión Soviética, una de las preguntas que rondaba la mente de los científicos era si las mujeres podrían resistir los viajes al espacio. “Si durante la Gran Guerra las mujeres trabajamos en las fábricas como si fuéramos hombres, ¿por qué no habríamos de ir al espacio?”, se preguntaba Valentina Tereshkova luego de regresar. Su viaje no fue sencillo: padeció de mareos y vómitos casi todo el tiempo que duró, además de que sufrió un duro golpe en el rostro al momento de salir expulsada de la nave para aterrizar en paracaídas.

A sus setenta y ocho años, Valentina Tereshkova, luego de haber ocupado cargos políticos en Rusia, sueña con ir a Marte. “Una vez que estás allá arriba, ya no quieres regresar”, dijo alguna vez.

En la historia de los viajes al espacio, solamente dieciocho mujeres han sido astronautas.

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MasCultura 21-mar-16