Dibujar como un niño es un poco como una terapia: Entrevista a Santi Sallés

Dibujar como un niño es un poco como una terapia: Entrevista a Santi Sallés
12 de febrero de 2020

Fabián V. Escalante

Diseñador gráfico e ilustrador autónomo, Santi Sallés estuvo de visita en la Ciudad de México para impartir un taller de Urban Sketching y presentar su libro Verde al natural, publicado en Gustavo Gili. Este es una guía con técnicas de dibujo para ilustrar la naturaleza en sus diferentes formas, desde hojas, árboles, paisajes y una sutil exploración por la variada gama de verdes que se encuentran en la naturaleza.

¿Cómo entraste al mundo del Urban Sketching?

Desde niño dibujé; toda mi vida lo he hecho: empecé haciendo cuadernos personales de diseño gráfico y, un buen día, gustaron mucho. Entonces, decidí hacer un libro que fue publicado en Barcelona, ahí me encontré con el Urban sketching.

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¿En que consiste tu trabajo en Urban Sketching?

La disciplina del Urban Sketching consiste en dibujar en vivo, en el cuaderno, y compartir en las redes, normalmente es un dibujo más fresco; es notorio que no es lo mismo trabajar en un estudio que directamente en la calle con toda la naturalidad y la rapidez en momentos en que te interrumpen o te preguntan qué haces; esos instantes también forman parte de este trabajo. Al final, lo que hacemos es viajar, disfrutar y compartir.

Háblame de la pasión por la naturaleza que se refleja en este libro.

Todo fue un encargo de Gustavo Gili y decidimos hacer un libro de verdes, porque las personas que veían mis trabajos consideraban que era un “especialista” dibujando verdes.

A mí siempre me ha gustado mucho la naturaleza y me es fácil representarla; desde niño veraneaba en el campo y en una montaña, y siempre estuve ayudándole a mi abuela a plantar y cortar la hierba; seguramente, desde entonces, me gusta detenerme a mirar y dibujar.

¿Cómo explicas la necesidad de explorar los verdes de la naturaleza?

Estuve un tiempo buscando e investigando los colores indicados para dibujar y al final conseguí una paleta con cinco verdes, estos fueron suficientes para reproducir una gama mucho más amplia; es muy importante mezclarlos con diferentes colores, incluso con negro, para multiplicarlos.

El verde en la ciudad donde estamos llenos de edificios y colores grises.

Yo vivo en la ciudad y soy muy observador; creo que los verdes en la ciudad son una cálida y amorosa compañía porque la hacen más humana. Intento que en mis dibujos siempre exista un verde porque les da vida, los humaniza. Sí, los encontramos también en la ciudad: parques, árboles y jardines, y deseamos todos que haya más.

Dibujar la naturaleza en blanco y negro.

Bueno, tú puedes dibujar en blanco y negro, pero inconscientemente el cerebro entiende que lo trazado está lleno de verdes. Nuestro cerebro no necesita ver el color para entender que detrás de un blanco y negro hay pigmento.

La morfología de los árboles y otros elementos de la naturaleza.

Te explico, existe un gran problema con la gente cuando dibuja, no se fija en la forma de las hojas, y no es lo mismo un pino que un árbol frutal; existen hojas redondas y otras, puntiagudas; es importante detenerse, hurgar antes de comenzar el trazo. Hay que fijarse en la morfología.

Muchos dibujantes, cuando empiezan, esbozan las hojas con punta, con mucha punta y, entonces, vuelven agresivas esas imágenes.

Los verdes, como el de los olivos, son azulados y hay otros tipos de árboles que son más color naranja; eso también depende de la estación del año, por ejemplo, la zona del Mediterráneo es más desértica, los colores son más caquis y los verdes más marrones; en cambio, en el norte de Europa las zonas tropicales son de verdes mucho más vivos. Es muy importante ser cuidadoso al observar.

Una de las técnicas que mencionas es “dibujar como un niño”, dejarse llevar por los instintos y emociones ¿Cómo aplicas esa técnica?

Otro problema que me encuentro con la mayoría de los dibujantes, sobre todo aquellos que van empezando, es el miedo; sufren porque no quieren hacerlo mal, entonces, si trabajan en la libreta y el dibujo no les satisface, sienten que lo han estropeado todo.

Dibujar como un niño es un poco como una terapia: relajarte, disfrutar, dejarte ir y no pensar mucho. Los niños dibujan muy bien, nos gustan mucho los dibujos de los pequeños porque no son razonados, ellos dibujan lo que ven sin pensar, se expresan bellamente de manera abstracta. Crean imágenes muy bonitas. A medida que vamos creciendo, nuestro cerebro nos condiciona, entonces, pintar como un niño es hacer el ejercicio de crear sin pensarlo todo.

La libertad de las emociones al dibujar.

Yo pienso que, al final, quien dibuja debe disfrutar; es muy importante emocionarse, gozar. Cuando un dibujo se ha hecho desde el disfrute, se percibe diferente. El papel o el lienzo también registran el miedo. Yo siempre propongo disfrutar, ignorar el miedo y lanzarse al papel.+