LITORAL salda su deuda con México, que fue su efímera patria adoptiva

La revista Litoral ha querido saldar la deuda que tenía contraída con México, que fue de forma efímera la patria adoptiva de esta publicación durante el exilio, dedicando a la literatura y el arte de este país su último número, que se ha convertido así en una "miscelánea" de la creación mexicana.

"México estaba siempre pendiente por la relación de la revista, porque allí murieron Prados o Cernuda, que habían participado en la creación de 'Litoral'", ha recordado en una entrevista su director, Lorenzo Saval.

Este número, con edición de Antonio Jiménez Millán y Álvaro Salvador, incluye una completa antología de poetas mexicanos, desde el modernismo hasta la actualidad, en la que no faltan nombres como Amado Nervo, López Velarde, Alfonso Reyes, Carlos Pellicer, José Gorostiza, Jaime Sabines, Tomás Segovia o José Emilio Pacheco, entre otros muchos.

"Lo curioso es lo buena que es la poesía mexicana, con un punto de humor e irónico y una gran profundidad. Cada poeta tiene su mundo personal, y esta antología demuestra que la poesía mexicana y México están muy vivos", ha afirmado Saval.

Como en cada número de Litoral, junto a la poesía tiene un papel protagonista también el arte, y todo ello se acompaña de "pinceladas" como los textos dedicados al impacto del exilio español en México tras la Guerra Civil.

"Llegó todo un ramillete de personajes de la cultura, y nunca se estará lo suficientemente agradecido por cómo fueron acogidos por México. Llegaron habiendo perdido todo, y ya muchos están enterrados allí, con hijos y nietos mexicanos", ha señalado Saval.

Es el caso de su tío-abuelo Emilio Prados, uno de los fundadores de Litoral, que "llegó a México a los 40 años, estuvo más de veinte años hasta que murió y desarrolló allí una parte importante de su obra".

Fruto de esa estancia fue la corta etapa mexicana de esta publicación, cuando "en 1944 se reunieron en casa de Manuel Altolaguirre -el otro fundador del 'Litoral' original- un grupo de exiliados y desterrados con España en el corazón y decidieron sacar de nuevo la revista".

Fue con un número de homenaje a Enrique Díaz Canedo en el que participaron Juan Ramón Jiménez, Alfonso Reyes o León Felipe, y en el que el anagrama fue "una paloma posada sobre un árbol y repartiendo las comas", que simbolizaba una leyenda sobre cómo los hombres nacidos después del diluvio eran mudos y esta ave les repartía las lenguas, representadas por ese signo ortográfico.

En este último número de Litoral está presente además la destacada narrativa mexicana, con extractos de obras de Juan Rulfo, Juan José Arreola, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis, Jorge Volpi, Xavier Velasco o Juan Villoro.

Otros apartados aluden a la música y el cine mexicanos, y la revista ha querido hacer un guiño además "a los extranjeros que llegaron a México y se hicieron mexicanos", como André Breton, Benjamín Peret, Antonin Artaud, Luis Buñuel, Malcom Lowry, Carlos Castañeda y Roberto Bolaño.

"Queríamos rendir un homenaje, a través de la literatura y el arte, a un país fascinante y con tantos matices, y que nos acogió y nos dio tanto", ha apuntado el director de Litoral.

Imagen: Foto de archivo tomada el 02/11/98 del escritor chileno Roberto Bolaño.
Málaga, 28 ago (EFE)