El librero de Armando Alanís Pulido
Armando Alanís Pulido (Monterrey, 1969) es poeta y gestor cultural regiomontano, autor de veintisiete libros, entre ellos Balacera (Tusquets, 2016), y fundador de Acción Poética, proyecto que consiste en llevar la poesía a las calles por medio del graffiti poético; actualmente hay bardas con la firma de Acción Poética en treinta y tres países. Su más reciente libro es Mi corazón es una tarjeta postal de Monterrey.
¿Cuánto tiempo te ha llevado formar tu biblioteca?
En la prepa empecé a leer con constancia, pero la idea de mi biblioteca surge unos años después, en 1987.
¿Cuántos libros tienes?
Exactamente cuatro mil seiscientos ochenta y siete; sé el numero porque tengo unos años ordenándola digitalmente en una lista en la que se incluye autor, título, editorial y año de publicación; luego uno anda comprando libros que ya tiene, aunque ése no es el problema, más bien resulta útil para consultas.
¿Qué libro has regalado?
Regalé una parte de mi biblioteca —la que contenía autores de Nuevo León— a una sala de lectura en Apodaca, Nuevo León, pero con el huracán Alex se inundó y se echaron a perder
¿Qué libros hay en tu biblioteca?
De todo: poesía, narrativa, ensayo, libros de arte, de fotografía, libros de texto, y hasta infantiles.
¿Qué refleja tu librero?
Hay dos cosas que me gustan de su formación. La primera: el joven que me ayudó a clasificarla es Ruti, él es de origen indígena y estudia en Filosofía y Letras de la uanl; él ha leído una buena parte de esta biblioteca. La segunda: tengo un vecino lector, Alonso —es una dicha tener un vecino lector—; lamentablemente enfermó y su enfermedad degenerativa lo tiene postrado en cama desde hace unos años, pero un buen día la enfermera que lo cuida llegó a casa con un bonche de libros —él no tiene seguro médico—, y de vez en vez tocan a mi puerta con los libros que compro con mucho gusto; en ocasiones viene con alguna receta médica o con una nota de mi amigo vecino lector. Alguna vez la nota incluía que tenía antojo de pollo rostizado y entonces, además del pago que hago con gusto y sin reparos, se incluyen estas cosas; ya son dos años de esto y siguen llegando libros, así que además de tiempo, dinero y esfuerzo esta biblioteca me ha costado recetas médicas y algunos pollos rostizados. Quiero pensar que esto lo ha ayudado a sobrellevar el proceso y, por supuesto, a vivir más. Por esas dos cosas y por todo creo que mi biblioteca refleja vida. No nos vayamos tan lejos: los libros son y dan vida.
¿Qué libro no has leído aún?
Muchos. Siempre que leo lo que dicen otros que leen, o que voy a una charla o conferencia o presentación anoto algunos títulos que no he leído. Luego me los voy encontrando o me encuentran ellos a mí.
¿Cuál es tu libro favorito?
Fahrenheit 451 es de mis favoritos, fue el libro que me hizo leer y escribir.
¿Qué libro te falta?
El tomo doce de las Obras Completas de Octavio Paz.
¿Cuál es la joya de la corona del librero?
Me gustan las primeras ediciones o los libros autografiados, tengo algunos de premios nobel y algunos que me encuentro en librerías de viejo que considero valiosos.
¿Cuál es el libro más nuevo?
Dos biografías que ya empecé a leer, y me interesan: la de Eugenio Garza Sada y la de Lázaro Cárdenas.
¿Cuál es el libro más viejo?
Hay uno de aritmética de 1719.
¿Cuál libro no has regresado? (Es decir que no es tuyo)
Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro y El mundo alucinante, de Reinaldo Arenas.
¿Qué tema predomina en tu librero?
Cuando empecé la clasificación creía que serían los de poesía, pero andan muy parejos con la narrativa
¿Cuál es el libro que no volverías a leer?
Nunca he tenido problema con los libros, me llevo bien con ellos, incluso con los que no me han gustado: son mis amigos y nunca hay que desaprovechar la oportunidad de conversar.
MasCultura 12-Jun-17