Adrià defiende que ha llegado el momento de aplicar el valor social de la cocina en Latinoamérica

El cocinero Ferran Adrià, considerado el más influyente de la década, señaló hoy que existe "una oportunidad histórica" de aplicar el valor social de la cocina en Latinoamérica, una labor que a su juicio debe llevarse a cabo "de tú a tú" y no de forma tutelada, "como de padres a hijos".

"Mi relación con Latinoamérica va a ser más potente en el futuro", dijo el chef de El Bulli, que pronunció en Madrid la conferencia inaugural de la jornada "InnovaLatino: Impulsando la innovación en América Latina", organizada por la Fundación Telefónica.

Adrià adelantó su deseo de que los futuros "crack" de la gastronomía latinoamericana -y también de China-, cocineros que despunten por su talento y capacidad de innovación, pasen por la Fundación El Bulli cuando comience su andadura, y recordó que el 35% de los cocineros que han trabajado y se han formado en su célebre restaurante han sido latinos, sobre todo de México.

"Siempre aposté por Latinoamérica", insistió el cocinero, quien aludió a las milenarias culturas azteca y maya para añadir: "si no tienes una entidad va a ser muy difícil ser alguien en el mundo de la gastronomía, y ellos la tienen".

Además, destacó el ascenso experimentado por cocineros latinoamericanos en la lista de los 50 mejores restaurantes que elabora anualmente la revista británica Restaurant, en referencia al ascenso del chef brasileño Alex Atala al séptimo puesto, mientras el peruano Gastón Acurio entró al puesto 42.

Adrià hizo referencia a la labor que este último está desempeñando en Perú, donde Acurio "ha convertido la cocina en una revolución, y 50.000 jóvenes estudian" esta disciplina, una experiencia que va a quedar recogida en el documental "La cocina como arma social".

"¿Por qué esa fuerza social increíble de la cocina?", preguntó el chef al público, para explicar que es "la actividad más transversal que existe", ya que se relaciona con todas las disciplinas.

A su trascendencia económica y peso en el turismo se suman, según Adrià, valores como el riesgo, la pasión, el trabajo en equipo – "es importante inculcar la inmediatez para no volverse burocrático"- y lo crucial de "compartir, no enseñar".

"Hay que ir a Latinoamérica a compartir", enfatizó.

El cocinero catalán también reflexionó sobre su concepto de innovación y confesó que vuelve "a estar vivo, a no ser previsible" desde que decidió "transformar, que no cerrar" El Bulli para convertirlo en Fundación.

"Lo peor que hay para la innovación es ser previsible. Hay que cambiar el chip porque no es sólo un trabajo, sino una forma de entender la vida".

Adrià narró a los asistentes arriesgados hitos en la historia de su restaurante como las decisiones de cerrar 6 meses al año, abrir sólo para cenas o retirar la carta para acabar transformando el restaurante en un centro de innovación y creatividad (El Bulli Foundation) que echará a andar en 2014.

También mostró el proyecto arquitectónico sostenible diseñado por Enric Ruiz Geli y recordó que el trabajo diario de esta "fábrica de innovación" será compartido a través de internet.

"Va a haber un antes y un después en la relación de la innovación y la creatividad con la sociedad, hay que pedir a la gente con talento que comparta", sostuvo el cocinero.

Imagen: Ferrán Adriá, nombrado el año pasado el cocinero más influyente de la década

Madrid, 4 may (EFE)