La conspiración del ejército de la noche: “La ira de los ángeles”

La ira de los ángeles” es la penúltima novela de John Connolly, uno de los escritores irlandeses contemporáneos más populares, lo mismo en lengua inglesa que en castellano. De hecho, es tanta su popularidad que Tusquets Editores ha traducido y publicado 25 de sus obras. En este caso, se trata de una continuación de la Serie Detective Charlie Parker.

En esta novela, que al principio tiene los colores y la atmósfera otoñal de las pinturas costumbristas de Andrew Wyeth, según el propio Connolly, Charlie Parker -un investigador privado que lucha contra fuerzas sobrenaturales y malignas- se ve intrigado por los Creyentes, un grupo de ángeles expulsados del cielo, capaces de generar violencia y horrores inimaginables, ocupados en corromper las almas débiles que buscan dinero y poder.

En lugar de los parajes apasibles de Wyeth, Connolly describe, con una prosa sobria, paisajes temiblemente silenciosos. Se trata de los Grandes Bosques del Norte, en Maine, con sus atardeceres de ensueño, pero donde la noche cae subrepticiamente y donde seres diabólicos que no son de este mundo, nos observan. Tal como le ocurrió a Harlan Vetters, quien antes de morir cuenta cómo encontró, junto con Paul Scollay, los restos de un avión accidentado que el propio bosque conspiraba para esconder. Dentro de esa nave, Vetters y Scollay no encontraron restos humanos sino sólo 200 mil dolares y una lista.

Aunque nunca fue reportado ni salió en los noticieros, durante años decenas de hombres y mujeres, que aparentaban ser turistas, buscaron el avión. Vetters aprendió a reconocerlos porque traslucían malas intenciones. Incluso después de la muerte del propio Vetters y Scollay, la batalla por encontrar los restos del avión continuó. Charlie Parker mismo es arrastrado a los siniestros confines de los bosques en su búsqueda, ayudado por otros dos investigadores igual de inescrupulosos que él pero con métodos de una violencia extrema. Contra ellos compiten un hombre que es capaz de violar con la mirada, una mujer y un niño deformados por la oscuridad de sus almas, así como un cazador de ángeles. Todo ellos, más que el avión y el dinero, buscan una lista de nombres que quedó ahí enterrada. En ella figuran personas que han pactado con los ángeles malignos, vendiéndoles su alma. Se trata de una batalla por encontrar esa lista y perseguir a quienes se dedican a sembrar terror y dolor en la tierra o por mantenerla en secreto, lo cual conseguiría que la oscuridad impere sobre la humanidad.

John Connolly no es solamente un escritor afamado por el interés que suscitan sus historias. Su narrativa supera ampliamente el estilo soso de las novelas de suspenso contemporáneas, no sólo por la combinación de investigaciones policiales con fenómenos sobrenaturales, tampoco sobresale sólo por la meticulosidad al describir escenas terriblemente violentas y escenarios espeluznantes. La obra de Connolly es además un intento por indagar en las contradicciones de los individuos cuando participan del bien y del mal. Aunque su trabajo es muchas veces emparentado también con las películas de Tarantino, probablemente por el cinismo y la maldad superflua de los personajes, se trata de una comparación injusta. John Connolly, como una metáfora, sitúa el mal de la vida cotidiana, entre las personas ordinarias lo mismo que entre las élites, como la conspiración de un ejército de la noche, compuesto por ángeles rebelados contra un dios débil.

“La ira de los ángeles”, John Connolly, Tusquets, 2014.

Por: Marco Lara

Mascultura 05-Nov-14