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ATORMENTADO: La balada punk del fin del mundo

La cartelera en México es tan caprichosa por un lado y tan predecible por el otro, que ya nadie debería extrañarse de que los estrenos obedezcan a estudios de mercado (sin ningún tipo de aderezo que asome gusto por el cine de parte de los dueños de las salas) y nos priven de verdaderas obras maestras, por muy extravagantes que puedan llegar a ser.

Ese es el caso de Atormentado, una cinta dirigida por el enigmático Jeff Nichols (su segunda apenas), amante -por lo que se ve- de la escritura entre líneas, de los acertijos sin salida y de hacer que quienes vemos sus películas no intentemos explicarnos el “cómo” lo hizo sino el “por qué”.

La historia es de una simpleza brutal. Un hombre común en un pueblo común, con una familia común de un país tan común como los Estados Unidos, comienza a tener visiones sobre una inminente catástrofe y cree que debe salvar a su familia y a todo aquél que lo escuche. Su obsesión es reforzar el refugio anti tornados en su propiedad y tratar de que mucha más gente se salve pero, como al fatídico Moisés (y aquí comienzan las lecturas entre líneas cortesía del señor Nichols), nadie le hace caso, ni siquiera al ver su Arca subterránea.

La historia no avanza mucho más allá, pero en los ataques visionarios de este hombre que ha dejado de ser común de un día para el otro, Nichols dibuja un mundo impío, pasivamente agresivo, desquiciado, sin salvación. ¿Por qué entonces este hombre está decidido a salvar a quien quiera escucharlo? ¿Es un alma caritativa, llena de bondad y buenos deseos? ¿Al salvar a los demás busca su expiación? ¿Hay esperanza en el Sueño Americano? ¿Está loco y no lo sabe? ¿Sabemos que está loco y no se lo decimos?

En un ejercicio interesantísimo, violento y poderoso, Nichols desarrolla una plática entre la manipulación que hace de su historia, el personaje sometido a ella y nosotros, que nos llenamos de interrogantes que al parecer no tendrán solución en la película a excepción, claro, de que ante los designios de un dios (o de la locura personal que aquí es la misma cosa) no hay escapatoria.

Se trata de una película intensa y laberíntica, migrañera, desesperada y desesperante. Un giro dolorosamente colorido y diurno al cine de terror psicológico, al drama fantasioso, al horror común; una obra que se nos pinta enfrente mientras el cine de Hollywood se empeña -como la mosca contra la ventana- en contar “historias” de actividades paranormales.

Simplemente imperdible.

Por Erick Estrada www.cinegarage.com

Imagen 1-2: Cartel y Portada del DVD Atromentado de Jeff Nichols.
Mascultura 12-Jun-12