Buscar respuestas y encontrar cadáveres, LOS PERROS DEL FIN DEL MUNDO de Homero Aridjis
Buscar es emprender un viaje a lugares desconocidos, incluso, es tener la certeza de pisar un sitio al que nunca se ha querido visitar. Esta decisión atraviesa desde regiones geográficas, hasta interiores jamás conocidos por nosotros mismos. Y muchas veces, cuando se finaliza el recorrido, uno deja de ser el que era antes.
José Navaja Limón, protagonista y víctima de la nueva novela de Homero Aridjis, Los perros del fin del mundo, decide salir en busca de su hermano desaparecido, Lucas Navaja, un hombre que gustaba de la vida llena de alicientes en bares y prostíbulos. El intento de hallar al familiar borrado del mapa lo lleva a conocer las crueldades de la vida, pero no esas que se presentan a todos y en cualquier momento, sino las impuestas por el mismo humano: violencia, asesinatos, corrupción, prostitución. “La violencia que había comenzado en el corazón de los hombres se extendía por el mundo”, dice Aridjis en voz de sus personajes.
Los perros del fin del mundo es un mapa de las probabilidades de vivir en México. No sólo por aquellas que hacen posible encontrar un taxista que tiene a una persona secuestrada en la cajuela de su auto, o por las adolescentes vírgenes que constituyen el plato fuerte en los prostíbulos, sino, también, por toda la amalgama mitológica que yace en el país, desde la violenta Ciudad Juárez, hasta la mítica visión mexica.
Pek, el perro de ultratumba, es el fiel compañero de José Navaja por entre el bodrio de calles y edificios marchitos que es la ciudad. Un pequeño xolo al que le confiará su camino rumbo al inframundo cuando fallezca. Pero, mientras llega el momento, Pek lo acompaña como si, efectivamente, las calles y las plazas ya fueran el mismo inframundo.
José Navaja viaja hasta Ciudad Juárez para intentar localizar a su hermano y es aquí donde la crueldad del hombre se pone de manifiesto. ¿Cómo sobrevivir en un ambiente hostilizado? El peligro acecha desde cualquier esquina, incluso, atrincherado en las mismas personas que creemos conocer.
Los perros del fin del mundo es una novela que expone el riego de la vida, el ojo omnipresente de la muerte y se burla de ellos. Demuestra la forma en la que el hombre es capaz de matar incluso con bromas, como la escritura de un obituario publicado antes de tiempo.
Homero Aridjis ofrece una novela que relata muchas formas de vivir. Los citadinos del Centro Histérico bombardeados por publicidad segundo tras segundo; la Narcorrealidad impuesta no sólo en Ciudad Juárez, sino en diversas localidades mexicanas; la corrupción, la trata de personas, la traición. Pareciera que esta es una realidad a la que aún no se acostumbra nadie por el rechazo que se le tiene. Sin embargo, en Los perros del fin del mundo, hay pocas opciones.
Pek y José Navaja caminan por las páginas de una novela que presenta la fusión de la realidad actual y la precolombina, como forma de buscar una posible salvación. Un camino difícil de recorrer, como cualquier otro, donde no hay manera de confiar en alguien, pues todos son creaturas que buscan su propio hueso en el fin del mundo.
Por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza.
Imagen 1-2: Portada del libro Los perros del fin del mundo de Homero Aridjis.
Mascultura 18-Jun-12