LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, el clásico que nunca morirá

Es reconfortante encontrar Lo que el viento se llevó entre las películas más vendidas en Gandhi. Por un lado mantiene viva la esperanza de que las nuevas generaciones revisen películas que les son tan lejanas en tema y manufactura, pero sin las cuales la gramática cinematográfica no habría evolucionado a lo que es hoy, plasmada en películas que tanto disfrutan. Por el otro, si quienes compran la película no son precisamente los jóvenes, también es estimulante que la conservación de películas en formato digital sea cosa de todos los días para cada vez más gente.

Si usted ha llegado hasta aquí y se sigue preguntando qué diantres es Lo que el viento se llevó, uno de los nombres más reconocibles en la historia del cine, la respuesta es sencilla: se trata de una de las mejores películas que se hayan filmado jamás, vanguardia en su tiempo y vanguardia en el nuestro.

Lo que el viento se llevó representó en su momento la conjunción de avances tecnológicos y de equipos creativos que no tenían comparación en esos años. Fue estrenada en 1939 (para ser más precisos el 15 de diciembre) en los Estados Unidos y a partir de ese momento y apoyada en el recorrido que hizo por los cines de todo el mundo (la fecha de estreno en México está marcada el 22 de enero de 1941) fue consolidando un nivel que permanece a la fecha: un estilo visual identificable, casi único hasta esos momentos; actuaciones de buen nivel, una historia que no dejaba respiro y que, quizá sea su mejor cualidad, exigía del espectador atención y participación. Reconforta igualmente que en una película con tantos diálogos y tantas situaciones, lo que no se dice es a veces lo que da intensidad a este drama épico romántico.

Hoy es ejemplo de composición de encuadre, de manejo de personajes, de organización de escenas bélicas, de diseño de vestuario, de escritura de diálogos: de hacer cine. El poder de los encuadres de esta película llega directamente a cintas contemporáneas y a historias que nadie pensaría se pudieran relacionar con ella, desde los dramas campiranos del cine independiente de Estados Unidos, hasta nada menos que Caballo de guerra, del señor Steven Spielberg, que estudió entre otras, Lo que el viento se llevó para darle a su más reciente película (hoy multinominada al Óscar) su cualidad más poderosa: alma y lenguaje cinematográfico.

Es, repito, reconfortante encontrar Lo que el viento se llevó entre las más vendidas en Gandhi.

Por: Erick Estrada www.cinegarage.com

Imagen 1: Extracto del cartel de la película Lo que el viento se llevó.
Imagen 2: Portada de la película Lo que el viento se llevó.

Mascultura 02-Feb-12