HARRY EL SUCIO, descastado de la ley

Nuestros padres nunca imaginaron una oportunidad como esta. Tener reunidas para poder revisarlas cuantas veces se quiera, todas las historias de uno de los detectives más necesarios en la muerte del siglo XX y más influyentes en los debiluchos y políticamente correctos guardianes del orden en el XXI.

Cuando el verano del amor dejaba ver sus peores maquillajes, un policía destacaba en las pantallas de cine. Un violentísimo detective en San Francisco, que hoy sería el objetivo de cualquier ONG vigilante de los derechos humanos, tomaba casi por su cuenta a la ley para hacer lo que la naciente corrección política se evitaba a sí misma: terminar la ola de crimen que amenazaba con cumplir las profecías que decían que con el siglo moriría la humanidad.

Eran otros tiempos, se usaban otros métodos, y Harry Callahan pintó la silueta que después de él tratarían de llenar otros tantos justicieros, no más correctos que él, pero sí bastante torpes y hasta sin clase, algo que Harry siempre mantuvo, a pesar de todo.

Un oscuro detective con onda que supo dónde doblar las reglas se tomó una lista de 5 películas para consolidar su propia leyenda. La primera lleva su propio nombre, Harry el sucio, y es quizá la que de manera más pura define las inquietudes de este misógino y encantador macho despreciable. Después vienen Sin miedo a la muerte, Sala de espera al infierno, Impacto fulminante y Magnum 44. Otros, los que le siguieron, pensaron en tomar su sitio con una sola película, quizá dos. Ninguno ha trascendido como él.

No se trata solamente del último guerrero urbano con maneras antiguas, con frases despectivas hacia mujeres, niños y afroamericanos, sino que es quien definió finalmente que esa era la frontera y que sólo él podía rebasarla, de ahí que su paso se haya suavizado hacia el final. Era, a final de cuentas, un descastado de la ley.

La estafeta que entregó tuvo que ser destruida. Los nuevos tiempos en las nuevas ciudades con los nuevos delincuentes obligaron a olvidar lo sucio y esconderlo en sitios llamados Guantánamo. La corrección política pedía ya órdenes de cateo y los detectives forenses venían siempre detrás. Hoy se quiere a Harry el sucio como se quiere al hijo malcriado, que a pesar de renegar y hacer trampa, terminaba la tarea y sacaba buenas calificaciones.

Es heredero de lo más extravagante de aquellos detectives del cine negro, pero también dejó en herencia una manera de guardar la ley que hoy, cuando se cuidan formas y términos, al aparecer causa excitación.

Ver así reunidas todas las películas de Harry el sucio en una sola caja es como subirse a la vieja montaña rusa hecha de madera y sin medidas de seguridad; duele pero gusta, mancha pero sabe, rompe pero demuestra que en su mundo, cuando el poder de las flores se dejaba ver como un engaño, más valía hacerse un punk para combatir a otro.

Todos ustedes malhechores, háganse el día y consigan este paquete.

Por: Erick Estrada www.cinegarage.com

Harry el sucio, la colección en Gandhi

Imagen: Portada de la película Harry el sucio.
Imagen 2: Portada de la colección de Harry el sucio.
Mascultura 06-Ene-12