Necesitamos resistencia y pensamiento crítico: Entrevista con David G. Torres

Más  allá de los estoperoles, botas Dr. Martens y estereotipos, llega a la Ciudad de México Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo, una exposición que se presenta actualmente en el Museo Universitario del Chopo y cuya finalidad es mostrar al público algunos trabajos de los precursores de este movimiento.

En él se muestra de cómo la obra de sus principales activistas repercute en la escena del arte contemporáneo, a través del eco de la insatisfacción, inconformismo, pérdida de fe en el progreso y crítica a los iconos del sistema que dieron origen a esta subcultura y hoy permanecen para escupirle en la cara al mundo que el punk no ha muerto.

Su contexto inicial de los años 60 del siglo XX y su mayor auge entre 1976 y 1978 en ciudades como Londres y Nueva York, muestran esa manifestación de rechazo total al sistema económico, político, social y cultural. 

Recién tuvimos una platica con David G. Torres, crítico de arte y curador de dicha exposición dónde nos cuenta de qué se trata.

¿Cuál es la aproximación al Punk en esta exposición desde el contexto histórico?

La exposición se titula "Punk. Sus rastros en arte contemporáneo", es decir, que no es una exposición sobre el punk sino a partir del punk. Sigue la misma estrategia que Greil Marcus en "Rastros de carmín" pero a la inversa: si él se preguntaba y recorría todos los momentos anteriores al punk en los que se había respirado la misma rabia, aquí intentamos reseguir los rastros que ha dejado en el arte contemporáneo. Considerando que el punk va más allá de una escena concreta o un movimiento concreto, sino que representa una actitud que recorre los tiempos, a ello dedicamos también un espacio documental

¿Cómo ves a México ante el movimiento punk? ¿Crees que se sienta identificado ante el movimiento de otros países o tiene algo único en si?

No podemos sustraernos al hecho de que el punk como tal explosionó en Londres y New York. Pero en tanto que movimiento musical y mediático, enseguida traspasó fronteras contagiando a múltiples jóvenes que vieron en la actitud punk un lugar con el que identificar su propia incomodidad frente a la sociedad. A mi, de todas formas, siempre me ha interesado especialmente el contexto de explosión del punk en Londres, New York y Berlín porque forman momentos de intensidad y de irreductibilidad en los que estalla una fuerza creativa inconformsita e irreductible como ha sucedido tantas veces, desde Dada hasta Situacionismo, pasando por la No Wave. Creo que en cultura siempre anhelamos construir esos momentos de intesidad.

Pero, en todo caso, creo, y es efectivamente la tesis de la exposición, que la actitud punk, el inconformismo, la confrontación frente a una sociedad opresiva y coercitiva, la oposición o el cuestionamiento, forman parte de la actitud de muchos artistas contemporáneos.

En los artistas mexicanos que forman parte de la exposición, desde Israel Martínez hasta Semefo, pasando por Yoshua Ocon y Miguel Calderón o Doctor Lakra, creo que se trasparentan muchas actitudes que provienen del punk, que son trabajos que muestran su huella o son directamente deudores de la estética y la ética punk. Quizás también porque el contexto mexicano marcado por la violencia ha propiciado la generación de unas formas de arte en las que la actitud punk está presente.

¿Cómo fue el proceso de la curaduría y en qué te basaste?

En los últimos 10 años he desarrollado diferentes proyectos y textos sobre la vigencia de las ideas ligadas a la radicalidad, el malestar y la crítica en cultura que articulan tantos movimientos a lo largo del siglo XX y en las que el Punk es el último ejemplo o por su idiosincrasia se ha convertido en un adjetivo que califica esa actitud. Dicho de otra manera: me he preguntado si las ideas que movieron a Dadaistas, situacionistas y punks seguían vigentes en la cultura contemporánea como motores para manifestar el malestar o si es posible seguir pensando en una cultura crítica y radical. Sobre ello he realizado varios proyectos y textos antes de llegar a esta exposición que es, entonces, fruto de una larga investigación y los encuentros que ha ido provocando con distintos artistas y creadores.

¿Necesitamos una nueva revolución de la mano del Punk en los próximos años?

La premisa de la exposición es que el punk es una actitud y un referente cultural del siglo XX que ha dejado una profunda huella y un profundo rastro. Esa es la tesis de la exposición. ¿Qué si necesitamos una revolución? Necesitamos resistencia y pensamiento crítico y también aprender de los fracasos. McLaren siempre repetía un eslogan de Beckett: “Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”. Motivos hay para pensar de manera crítica y resistente, basta con mirar al tipejo ese naranja que va a ocupar la Casa Blanca. Ahora bien, no sé si será de la mano del Punk en tanto que movimiento, mi idea es que la actitud lo será, que cualquier actitud cuestionadora, crítica, anti-todo y resistente está tocada por el ánimo Punk. Me gusta decir que es un muerto viviente, como un zombi que sigue contagiando individuos. Greil Marcus en “rastros de carmín”, un libro del que la expo es profundamente deudora, decía que el punk recoge un malestar que ronda como un rumor todo el siglo XX… pues la expo, postula que ese malestar sigue presente en el arte contemporáneo.

¿A quiénes consideras como verdaderos punks en cuanto a literatura y arte en general?

Creo que el problema es hablar de verdaderos Punks. El Punk es por definición anti-verdadero, como decían los dadaístas: Dada está contra todo, Dada está contra Dada. Mi tesis es que todos los que aparecen en la exposición están tocados por ese influjo negativo y a la contra, lleno de mofa e irreductible. A muchos les gusta emitir juicios sobre quien es más Punk que quien, emiten imaginarios certificados de punkabilidad. A mi eso me parece lo menos tocado por el espíritu negativo del Punk, lo menos infectado. 

Por Mariel Argüello

Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo

Museo Universitario del Chopo.

Doctor Enrique González Martínez 10, Col. Sta. María la Ribera.

Mascultura 16-dic-2016