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Chejov y la fortuna de escribir

Chejov y la fortuna de escribir

Antón Chéjov fue el tercero de seis hermanos que aguantaron el carácter fuerte, casi despótico, de su padre; y acogieron las historias de aventuras a lo largo y ancho de Rusia que les contó su madre. Durante la década de 1870, el negocio de Pável Chéjov, padre de Antón, se fue a la quiebra, por lo que se vio forzado a huir a Moscú con toda su famila, para que no lo encarcelaran. Hacia finales de la misma década, Chéjov entró a estudiar medicina en la Universidad de Moscú.

Las dificultades económicas en su familia continuaron, por lo que el joven Antón se vio obligado a buscar una forma de apoyarlos con dinero, y la encontró: escribiendo relatos humorísticos de la vida cotidiana en Rusia. Así comenzó un oficio que se convertiría en “el resto de su vida”, pues, aunque terminó su carrera de medicina, él continuó escribiendo para no dejar de hacerlo jamás.

Chéjov es recordado por grandes obras, como Un drama de caza y su infinidad de cuentos. Sin embargo, en otros libros, donde se han encontrado notas y reflexiones del escritor podemos ver otra de sus facetas: el hombre reflexivo, sencillo, con un sentido del humor muy simple y ocurrente.

Antón Chejov murió el 15 de julio de 1904 en Bedenweiler, Alemania.+