Select Page

Mujeres compositoras, voces silenciadas

Hablar de mujeres compositoras relevantes en una época en la que se menciona mucho la equidad de género. Sin embargo, únicamente cinco por ciento de las obras que se programan en las temporadas de conciertos de las principales orquestas del mundo pertenecen a mujeres, de acuerdo con un sondeo realizado por el periódico inglés The Guardian, realizado a principios de este año.

La situación está cambiando poco a poco. La música de concierto se está volviendo cada vez más femenina, gracias a diversos proyectos que buscan la inclusión de más mujeres, así como la difusión de su obra musical. Es importante saber quiénes fueron algunas de estas mujeres compositoras a lo largo de los siglos pasados y, sobre todo, escuchar sus trabajos, pues esto contribuye a ampliar la experiencia estética del escucha y a reivindicarlas como creadoras. A continuación les comparto una breve lista que permitirá adentrarse en este fascinante mundo musical femenino.

Lili Boulanger (1893–1918) |

Hace un siglo, en marzo de 1918, murió a los veinticuatro años la compositora francesa Marie-Juliette Olga Boulanger, mejor conocida como Lili Boulanger. La vida de Lili fue breve, pero prolífica, y está bien documentada gracias al esfuerzo de su hermana mayor, Nadia Boulanger, inmensa figura musical del siglo XX. Lili compuso en el estilo francés de principios de siglo, influida por compositores como Debussy, Ravel y Fauré, mezclando influencias vanguardistas como la atonalidad y la politonalidad.

Fue la primera mujer en ganar el Premio de Composición Prix de Roma por su obra Faust et Helene en 1913, con sólo diecinueve años de edad. Sus principales obras son: Pie Jesu (1918), el “Salmo XXIV”, el “Salmo CXXIX” (1916), el “Salmo CXXX” (“Du Fond de l’abîme”, 1916) y la Vieille Prière Bouddhique. Actualmente existe el Lili Boulanger Memorial Fund, en Boston, Massachusetts, que brinda apoyo a jóvenes compositores.

Hildegard von Bingen (1098–1179) |

Nació en una familia noble de Alemania en 1098. Fue polifacética: abadesa, física, filósofa, naturalista, compositora, poetisa y lingüista de la Edad Media. En la década de los setenta se rescataron sus composiciones musicales; es autora de uno de los repertorios de música medieval más extensos.

Santa Hildegarda, como se le conoce ahora, afirmaba haber tenido visiones celestiales a una edad muy temprana, visiones que continuaron a lo largo de su vida. Estas hicieron que se le tratara como una persona en conexión con lo divino, lo que explica en parte cómo fue capaz de deshacerse de las restricciones de la Iglesia medieval con respecto a las mujeres y que se le permitiera dedicarse a la filosofía y a la ciencia. De hecho, la mayoría de las obras de Hildegard von Bingen se presentan en forma de visiones. Además, Hildegard escribió textos teológicos, botánicos y medicinales, así como cartas y poemas. De su extenso opus destacan Symphonia armonie celestium revelacionum (1140–1150), compuesta por setenta y siete piezas musicales, y ElCoro de las Virtudes (Ordo virtutum, 1150).

Amy Beach (1867–1944) |

Compositora y pianista estadounidense, Amy Beach comenzó su carrera como niña prodigio, debutando con la Sinfónica de Boston en 1885. Amy Beach se concentró en la composición desde su matrimonio en 1885 hasta la muerte de su marido en 1910, año en que retomó su actividad como concertista. Entre 1911 y 1914 realizó giras por Europa, interpretando conciertos para piano y otras obras en Hamburgo, Leipzig y Berlín.

Gozó de un gran prestigio en Europa y América; es famosa por su sinfonía Gaelic (1896), que fue la primera sinfonía compuesta por una mujer estadounidense. Beach fue representante del romanticismo tardío. Era una compositora ecléctica que recogía elementos de Brahms, Wagner y Debussy. A pesar de haberse formado completamente en Estados Unidos, no adhirió a la escuela americana de composición, desarrollando un lenguaje musical universal con referentes europeos. Además de la sinfonía Gaelic, resaltan su Romance para violín y piano Op. 23 (1823) y su Misa en Mi Bemol Mayor (1889).

Francesca Caccini (1587–1641) |

Compositora, cantante y poeta italiana, Francesca Caccini fue la primera mujer en componer una ópera. Su primera actuación en público como cantante fue en la boda de Enrique IV de Francia y de María de Médicis en 1600, en donde atrajo la atención del rey y poco después la de Claudio Monteverdi, considerado el precursor del género operístico. Al lado del libretista Michelangelo Buonaroti, sobrino del famoso artista, escribió música para intermedios en la Corte de los Médicis. En 1625 obtuvo uno de sus mayores éxitos con la ópera La liberazione di Ruggiero dall’isola d’Alcina, compuesta para la visita del príncipe Ladislaus Sigismondo, ópera que fue interpretada en Varsovia en 1628, siendo esta la primera ópera italiana representada fuera de su país.

Escribió obras de temática religiosa y secular, tanto vocales como instrumentales. Se sabe que compuso cinco óperas, de las cuales sólo se conservan La liberazione, así como su obra de 1618: Il primo libro delle musiche.

Este texto fue escrito por Osiris Dominguez y publicado en Revista Lee+ número 113. Su formato físico está disponible en todas las Librerías Gandhi de Mexico y la versión digital, la pueden disfrutar aquí: