Cecilia Curbelo convencida de que es importante escribir libros que no sean aburridos para los chic@s

Cecilia Curbelo es una escritora uruguaya nacida en 1975. Dedicada tanto a la escritura de guiones como a la literatura, con “La decisión de Camila” obtuvo el Premio Libro de Oro por sus enormes ventas, consolidándose como una autora que busca a través de sus historias una identificación plena con los adolescentes. Recientemente visitó la ciudad de México para presentar su novela y pudimos enviarle el siguiente cuestionario.

¿Cómo nació el personaje de Camila?
Camila nació debido a mi preocupación por la cantidad de emails y posts que recibía por parte de chic@s, a través de la revista adolescente Upss! que edito en Uruguay, donde me contaban que lo único que leían era la revista y, al indagar un poco más, los chic@s me comentaban que nunca habían leído un libro entero o que “un libro es algo aburrido”. Eso despertó mi interés y me planteé la meta de escribir algo en su mismo lenguaje, con referencia a sus ídolos, utilizando la tecnología que para ellos es normal hoy en día en sus relaciones (redes sociales, mensajes de texto, etc.).

En “La decisión de Camila” de entrada se nos presenta a una madre con defectos. ¿En la literatura juvenil actual ya no se idealiza a los padres?
No sé cuánto se los idealizaba antes. A mí me gusta plantear situaciones que son posibles y sobre todo que reflejen lo que somos los adultos padres: seres humanos. Muchas veces nuestros hijos nos ven como “sólo padres que los mandan”, y no saben o no han aprendido a vernos como seres humanos que también tuvimos nuestra infancia y adolescencia, que supimos equivocarnos, que tenemos defectos pero que estamos aquí para cuidarlos incondicionalmente.

Escribir literatura juvenil es complicado. ¿Cómo le haces para capturar el interés de los lectores y “camuflarte” como uno de ellos?
Yo creo que es más complicado escribir para niños pequeños… captar su atención durante todo un libro. La literatura juvenil, si uno está al corriente de lo que viven los chicos, es hermosísima de desarrollar, porque es una edad en donde están dispuestos a “cambiar el mundo”, y por lo tanto a mejorar aspectos de su vida si alguien les muestra determinado rumbo positivo. Eso se puede dar a través de un buen vínculo familiar, a través de estímulos exteriores como historias de vida y libros que nos relatan diversas realidades pero que se enfocan, a escondidas a veces, en los valores. Soy una autora presente en lo cotidiano para ellos, en Facebook, en Twitter, por lo que permanentemente me retroalimento de sus comentarios, dudas, temores, alegrías, miedos y formas de expresión que van variando.

¿Cuál es la peor parte de ser adolescente: la incomodidad que generan los hermanos, el aceptar que nuestra mejor amiga ya no lo es tanto, o aceptar que alguien nos mueve el corazón?
De esas tres opciones, sin duda, es aceptar el cambio de nuestra mejor amiga. A esa edad, entre los 10 y los 13 o 14 años, la amistad es un vínculo súper valorado incluso a veces hasta más que la propia familia. Se vuelca en esa amiga/o todo lo que llevan dentro, se confiesan, y de alguna manera ese mejor amigo pasa a ser un “bastón” en el que apoyarse, cargando con la ilusión de que lo será “por siempre y para siempre”. Cuando esa persona cambia, sentimos que nos traiciona. Y el cambiar es inevitable ya que como seres humanos vamos evolucionando, nos vamos acercando a otras tendencias y gustos, recibimos estímulos y vivencias diferentes… Entonces el adolescente siente que ese bastón ya no existe y que no tiene en quién apoyarse, su mundo se desmorona y se percibe sol@ en el mundo.

¿Recuerdas tu primer beso? ¿Te pasó como a Camila en el libro?
(Ja, ja, ja) ¿Cómo olvidarlo? Claro que sí, fue un momento súper mágico y esperado. Me temblaban las piernas, pensé que me desmayaría… y sentí un hormigueo enorme, mezcla de emoción y ansiedad porque nunca había besado antes, y quería hacerlo bien pero cómo, ¿si no sabía? El chico en cuestión, me llevaba dos o tres años (igual que Camila con Vartán, el chico de sus sueños) y yo estaba súper enamorada de él, y pensaba que jamás se fijaría en mí. Y eso le sucede a Cami… ese terror a sentirse “menos” con el chico que le gusta y que es más grande que ella, pues siente que a lo mejor él la ve como una niñita inexperta, ¡que obviamente es lo que es!

¿A qué atribuyes el éxito de tus libros?
Creo que es una mezcla de varios factores. En primer lugar yo no escribo para complacer, sino que lo hago porque de verdad es mi pasión. De hecho escribo desde los seis años. En segundo lugar, el contacto directo con mis lectores a través de las redes crea un vínculo único y una zona de debate abierta, donde intercambiamos impresiones y donde son bienvenidos padres, tíos y hasta abuelos. Y en tercer lugar, creo que el lenguaje y la narrativa de los textos de mis libros les llegan directamente, reflejándose en diversas situaciones y sintiendo que la protagonista es el mismo lector. Además, el plus de elegir un final, de tomar una decisión y por lo tanto de asumir las consecuencias de esa decisión acatando el final que te tocó de acuerdo a tu elección, genera un diálogo mayor que trasciende a la novela en sí misma. Es hermoso cuando me escriben niña, madre y abuela. Tres generaciones que leen el libro y discuten los finales, lo que hace que se conozcan más como personas, como seres humanos que son y somos.

Imagen: La escritora uruguaya Cecilia Curbelo.
Mascultura 11-Sep-13