Larga vida a Camelot: entrevista con Kiersten White

Larga vida a Camelot: entrevista con Kiersten White
28 de abril de 2020
Fabián V. Escalante

Hace más o menos mil años, el Rey Arturo saltó a la fama y se transformó en un personaje que inexorablemente cambiaría su rostro y viviría un sinnúmero de aventuras. El héroe que narró Geoffrey de Monmouth en su Historia de los reyes de Britania se convirtió en protagonista de libros, películas y series de televisión. Sin embargo, en buena parte de estas obras, Ginebra no desempeña un papel de primera línea: ella es la esposa, la mujer que está a punto de traicionarlo con Lanzarote, la que termina sus días en un convento o la que todo lo arruina. En estos tiempos de relecturas y revisiones, Kiersten White ofrece una nueva historia de Ginebra. Desde la publicación de El engaño de la princesa (PUCK) –la primera parte de la trilogía Camelot Rising, un bestseller considerado en la lista del New York Times–, ella se convirtió en la protagonista de la nueva saga artúrica. White estuvo en la Ciudad de México para presentar sus más recientes libros y conversamos con ella.

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El reino de Camelot y sus personajes han atrapado a muchos lectores durante siglos, y casi todos han mirado al Rey Arturo como el gran protagonista de esta historia. Por esta razón estaremos de acuerdo en que ya es hora de prestarle atención a Ginebra. ¿Cuál es el valor que le das a este personaje?

Las historias tradicionales siempre se centraron en el Rey Arturo, cualquier mujer que estuviera cerca de él solo servía para magnificar su historia o para tratar de detenerlo o traicionarlo. Yo no estoy interesada en la manera cómo se manejan las espadas, sino en lo que sucede después de los combates. ¿Quién está herido? ¿Quién se queda atrás cuando cambia una sociedad? Y, por supuesto, ¿qué hacen las mujeres para protegerse en una sociedad tan violenta? Como Ginebra apenas existe en la mayoría de los cuentos antiguos, quería escribir sobre un Camelot donde ella es mucho más que una mujer que se enamora y lo arruina todo.

Efectivamente, creaste una nueva perspectiva a esta historia clásica donde le otorgas una gran misión a Ginebra. ¿Por qué decidiste cambiar la historia?

Me gusta contar historias sobre cómo las mujeres pueden ser más fuertes. En Ginebra vi a una reina que era fuerte detrás de la escena. Hay dos tipos de lectores de la saga clásica: el que solo vio y prestó atención a los personajes, y el que se dio cuenta de que el mundo es más que lo blanco y lo negro o lo bueno y lo malo. Si el Rey Arturo gobernaba con una espada, ¿con qué gobernaría Ginebra? Con su corazón, por supuesto. Darle magia y un propósito también me ayudó a descubrir quién es mi Ginebra: una protectora.

El poder femenino hace que la misión de Ginebra sea fundamental para Camelot. ¿Es suficientemente poderosa para salvar o destruir un reino?

Creo que todos somos capaces de proteger o destruir las cosas que están a nuestro alrededor. ¡Ginebra es lo suficientemente fuerte como para salvar a Camelot, o destruirlo!, y en esta trilogía ella decidirá cuál es la mejor opción.

¿Qué se necesita para salvar a Camelot?

Si se establecen reglas para mantener una sociedad segura, también se crean otras que excluirán a algunas personas. Incluso, esas disposiciones señalan que a algunos se les otorgará más poder y a otros menos. ¿Vale la pena crear un reino estable sin pensar en las personas que se quedaron atrás o en las que no tienen la capacidad para protegerse? Este es el tipo de preguntas que estoy explorando con esta trilogía.

¿Cómo podemos confiar en nosotros cuando no sabemos cuál es nuestra verdadera identidad?

Gran parte de ser un adolescente es descubrirte y decidir quién vas a ser. Me encantó tener a Ginebra como personaje principal, porque comienza segura de quién es y qué se supone que debe hacer, y –además– termina dándose cuenta de que todo eso es mentira. De ella depende decidir cómo avanzar.

¿Podemos esperar una revelación de la verdadera Ginebra en el segundo libro La traición de Camelot?

¡Nada de spoilers!, pero te diré que Ginebra descubre más de sí misma, sale al mundo más allá de Camelot y se enfrenta a una terrible decisión: ¿Le va mejor a Camelot con ella o sin ella?

Camelot Rising es la nueva cara de Ginebra. ¿Estás satisfecha con esta imagen que le otorgaste?

Me encanta escribir sobre heroínas complejas, fuertes y con defectos. Cuando permitimos que nuestros personajes femeninos tengan defectos, les decimos a las niñas que no deben ser perfectas para tener valor. Eso, para mí, es una súper mujer: alguien que tiene fallas y dificultades, pero que trata de hacer lo mejor para convertir el mundo en un lugar mejor. ¡Y creo que Ginebra lo hace! +